El rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, está que trina. La indignación que siente por el nuevo varapalo recibido para la implantación del grado de Ingeniería Biomédica en la UJA (más concretamente en el campus de Linares) lleva al máximo dirigente de la institución universitaria a cargar con dureza contra la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (Accua) y el Consejo de Universidades del Ministerio.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, Ruiz ha asegurado que el dictamen del segundo informe negativo supone “un atropello, que más que corregir una situación, a todas luces injusta, profundiza aún más en un auténtico despropósito”. Este documento respondió a las alegaciones presentadas por la Universidad de Granada, que comparte la implementación de este grado conjunto.
«Lo que ha ocurrido con el grado en Ingeniería Biomédica es un hecho sin precedentes, que daña la imagen y reputación de dos universidades de indudable prestigio internacional, la Universidad de Jaén y la de Granada, y pone en cuestión la profesionalidad y el desempeño de excelentes profesionales de ambas universidades y, lo que es más difícil de digerir, obliga a las familias andaluzas a desembolsar casi 40.000 euros para que sus hijos e hijas puedan cursar en Andalucía estos estudios estratégicos, con una gran demanda social y una inserción laboral Top», ha afirmado.
El rector ha aprovechado la rueda de prensa para desmontar uno a uno los cuatro argumentos que desde ACCUA, la Agencia de Calidad Científica y Universitaria de Andalucía, dieron en el segundo informe negativo para la implantación del Grado en Jaén. Informe que se recibió el 31 de julio, «sin margen de maniobra porque se recibió por la tarde, y se tuvo conocimiento de ello a través de los medios de comunicación por una nota de prensa elaborada por la Secretaría General de Universidades y de un whatsapp previo remitido por el secretario General de Universidades, agotando el plazo autoimpuesto por el gobierno andaluz», ha explicado el rector quien afirma que fue una estrategia para «distraer y no dar margen de respuesta».
Refiriéndose a las objeciones que Accua daba para negar la implantación del grado, Ruiz ha desmontado cada una de ellas. «El primero de los argumentos era que los convenios de prácticas no incluían a la UJA como parte firmante, lo que niega ya que según la memoria presentada la formación dual se impartiría en el cuarto curso en la Universidad de Granada y sería esta la encargada de llevar a cabo este proceso, por lo tanto, no es exigible que la UJA conste como parte firmante», ha dicho.
El segundo argumento hacía referencia a la obligatoriedad de las prácticas externas. «Esta exigencia carece de fundamento porque la normativa vigente no la contempla y es una cuestión que hasta la fecha no se había discutido. El tercero se refiere a la oferta de plazas de la formación dual porque dicen no se especifica y, según la normativa de formación dual esto se especificaría en cada curso y eso, está reflejado en la memoria presentada por las universidades. Y en cuanto al último argumento, se refería a la no inclusión del perfil del personal profesional de las entidades participantes en la formación dual, lo que no tiene sustento alguno”.
Por último, desde la Universidad de Jaén se han dirigido a dos administraciones públicas implicadas en este procedimiento, a las que Nicolás Ruiz ha pedido «colaboración y amparo». Así, se ha referido a la Junta de Andalucía, «porque parece enviar un mensaje contradictorio y su apuesta estratégica se limita a la retórica y es fácil llegar a la conclusión de que la estrategia de formación dual de la Junta es un ejercicio de contención que no entendemos ya que deja que sean otras comunidades autónomas las que, con decisiones más audaces, lideren un modelo educativo verdaderamente conectado con las necesidades del mercado laboral».
Y, posteriormente, se ha dirigido al Consejo de Universidades que como órgano responsable «tiene la última palabra dependiente del Ministerio de Universidades y no puede eludir la responsabilidad de decidir si este título no se oferta. No debe dejar la decisión en manos de la Junta. Nos preguntamos que piensa hacer tras la reclamación presentada y esperamos que aporte soluciones y resuelva satisfactoriamente este procedimiento. Hablamos de política universitaria no de otra cosa y veremos si optan por la opción más cómoda o por la más conveniente», ha aseverado el rector.