El universo Linares gira alrededor de Jesús Medina. Este miércoles se ha despedido después ocho años en la entidad, mayormente como presidente y, en su última etapa, como director general, en una rueda de prensa de agradecimiento a las personas que han estado en su entorno, engrandeciendo sus gestas, sin ni una sola autocrítica y minimizando los dos descensos consumados durante su etapa.
Rodeado de sus más fieles colaboradores, el ya exmandatario azulillo ha relatado de manera cronológica su estancia en el Linares, del que se hizo cargo en el verano de 2016. Durante más de 45 minutos ha destacado la profesionalización de la entidad, su crecimiento deportivo y económico, la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) y, obviamente, la reforma del Municipal de Linarejos, que se ha atribuido como un éxito más de su gestión.
En el plano deportivo, Medina ha subrayado el ascenso [administrativo] a Segunda B y posterior título de campeón, marcado por la reestructuración de los grupos debido a la pandemia, el salto a Primera Federación, las promociones contra el Amorebieta y el Deportivo de La Coruña y las eliminatorias de Copa del Rey, sobre todo la disputada frente al FC Barcelona.
El aspecto económico lo ha tocado de pasada, obviando el déficit acumulado que obligó a la institución a convertirse en SAD para no desaparecer, mientras que ha ocupado buena parte de su exposición a la remodelación del campo, como uno de sus mayores hitos.
Ha tenido palabras de gratitud para compañeros de directiva, empleados del club, entrenadores y jugadores. En este punto, se ha detenido para ensalzar la figura de Miguel Linares, al que definido como el «mejor director deportivo del Linares en sus distintas denominaciones desde 1909».
También ha reconocido que la presidencia ha tenido un coste personal para él y para su familia, pero que se marcha contento del «club de sus amores». Dice que seguirá ligado a la gestión deportiva de manera profesional y le ha deseado mucha suerte al consejo de administración.
Un antes y un después
Afortunado o certero, Medina ha demostrado en todo este tiempo que tiene el don de presentarse como el personaje oportuno en el momento ideal. A tenor de sus palabras, ha habido un antes y un después con él al frente de la institución, de la que ha cobrado un sueldo prácticamente desde el principio, algo inédito hasta ese momento.
No se discute que Medina ha tenido aciertos, principalmente la contratación de Alberto González, pero también muchos desaciertos. Su intervención de este miércoles ha borrado prácticamente de la faz de la tierra la historia de un club que ya era grande antes de que accediera a puestos de responsabilidad, incluso con una estructura de cantera mucho más potente, exitosa y sólida, por ejemplo en las décadas de los 70, 80 y 90 del siglo pasado, y hasta con equipos de fútbol sala y femeninos en etapas anteriores.
Aun cuando hoy todavía se polemiza sobre el balance económico y sus múltiples interpretaciones y judicializado el proceso accionarial, Medina se marcha con la sensación de que ha sido lo mejor que le ha pasado al Linares, al menos esa es la sensación que desprende.
Medina eres un embustero. Has descendido al equipo 2 veces y está última ha sido nefasta la dirección has hecho un equipo que no vale ni para jugar en tercera división y pretendías mantener la categoría con este equipo? Eres lo peor de lo peor un miserable. Ah, eso sí, llevarse el dinero te ha salido bien. Ningún presidente en la historia del linares a cobrado un duro pero tu si has cobrado y haber donde esta el dinero que falta. Eres un ladrón de pica monta. Que te sirva para comprar medicinas sinverguenza
A partir de hoy, Dios se sentará a su derecha…