Calle tocada y hundida

Vecinos de la calle Ayala denuncian la "situación de abandono y dejadez" que sufren por parte del Ayuntamiento, a pesar de las reclamaciones

Por:Javier Esturillo
Un vecino muestra el socavón que hay en medio de la calle Ayala. Foto: Javier Esturillo

Miguel regresa a casa después de su paseo matutino. Se apoya en un bastón para poder caminar con seguridad y esquivar los adoquines sueltos que hay en la calle Ayala, en pleno corazón del casco antiguo de Linares.

El estado que presenta la zona de «completo abandono». La calle está literalmente hundida desde el pasado mes de octubre a causa del deterioro de las canalizaciones y el propio suelo. Los residentes han protestado de manera pública por esta «situación de dejadez» que sufren por parte del Ayuntamiento.

Dicen que las autoridades municipales solo le dan largas. «Iban a venir a arreglarlo hace dos semanas y por aquí no ha pasado nadie», apunta un residente que tiene serios problemas para acceder a su vivienda debido a la alambrada provisional colocada para impedir el tránsito de viandantes.

La «dejadez y abandono generalizado» del casco histórico es patente, con pintadas en las paredes y suciedad que «siguen presentes en la mayoría de las calles» a pesar del «esfuerzo especial» que anunció el equipo de Gobierno para «limpiar la ciudad» hace solo unos días durante el pleno de mayo.

Lo cierto es que las «escasas actuaciones» se «limitan a algunas zonas concretas». «Parece que los barrios no existen para este Ayuntamiento», denuncia un vecino de la calle Zambrana, donde también parte del adoquinado está hundido.

«El resultado es lamentable, escaso y tardío», censuran desde el PSOE que hace unos días estuvo en la calle Ayala (peatonal) y se hizo eco de la «indignación del vecindario».

Interior del Palacio de Zambrana. Foto: Javier Esturillo

Palacio de Zambrana

A solo unos metros se encuentra el Palacio de Zambrana en un estado también de «abandono alarmante». «La impresión que da es deplorable», manifiesta una mujer mientras limpia las ventanas de su casa.

Catalogado Bien Cultural del Patrimonio Histórico Andaluz en 1996, la última intervención realizada en el inmueble siglo XVII data del año 2000, cuando la entonces Escuela Taller acometió mejoras en la estructuras, las cubiertas y el pavimento, pero hoy presenta muy malas condiciones de conservación. Hasta tal punto de que la maleza crece libremente y una colonia de gatos se ha apoderado del palacio.

Desde entonces poco o nada se ha hecho para su conservación. La anterior concejal de Cultura, Ángeles Isac (PP), intentó mediar con la entonces consejera de Cultura de la Junta, Patricia del Pozo, para que echara una mano en su restauración para darle un uso. De hecho, Isac lo llevaba en el programa electoral con el que concurrió a las municipales de 2019.

Sin embargo, el mandato pasó en blanco para el Palacio de Zambrana y para los gobiernos de Cs y PP y de PSOE e IU que no hicieron nada para solucionar el problema.

Fotos: Javier Esturillo

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