Las «fuertes presiones» que Cilu recibe desde distintos ámbitos de la vida pública de Linares, especialmente desde la Alcaldía, no alteran ni un ápice los ánimos de su líder y portavoz municipal, Javier Bris. «Lo único que me preocupa es que los afiliados voten tranquilos lo que ellos consideren», asegura el dirigente de la formación localista, quien niega en declaraciones a El Nuevo Observador que exista denuncia alguna del Ayuntamiento contra él por una supuesta sustracción de «datos sensibles» sin autorización, tal y como asegura el alcalde, Raúl Caro-Accino.
Para Cilu, la amenaza del regidor de Ciudadanos se trata simplemente de “un informe sobre las funciones y permisos de corporativos», que, en estos momentos, estudian de los servicios jurídicos del partido. En este sentido, recuerdan que, según la ley, en «un Ayuntamiento no hay o no debe haber datos secretos o sensibles para ningún cargo público».
En opinión de la fuerza municipalista, este nuevo ataque de Caro-Accino se enmarca dentro de la campaña de «acoso y derribo» que sufre su jefe de filas y el resto de ediles. «Llevan un año intentando dañar la imagen pública de nuestros concejales y, sobre todo, de Javier Bris, pero no lo consiguen», advierten no sin antes añadir: “Hay que recordar que ya denunciamos públicamente que el alcalde nos amenazó con denunciar a nuestro portavoz si seguíamos negociando la propuesta de moción de censura», señalan.
A propósito de la moción de censura, la dirección de Cilu tiene previsto convocar a sus militantes en unos días. «Más pronto que tarde», apuntan. Del resultado de la votación dependerá el futuro del equipo de Gobierno del Consistorio linarense después de que las bases del PSOE e Izquierda Unida aprobaran por amplia mayoría iniciar los trámites para desalojar a Caro-Accino del poder municipal.