Al margen del lío institucional que vive el Linares, el primer equipo se desplaza este sábado al Estadio Enrique Roca-Nueva Condomina, donde le espera, a las 18 horas, un Real Murcia motivado por sus dos últimos triunfos seguidos.
El partido es una dura prueba para conocer la capacidad de reacción del combinado azulillo después de sus últimos tropiezos y de su irregularidad fuera de casa. Consciente de ello, Óscar Fernández ha preparado el enfrentamiento pensando en el rival, pero también en mejorar las prestaciones del colectivo, sobre todo en ataque.
El problema estará en el once, ya que el técnico valenciano tiene entre algodones a Samu Corral, Llorente y Javi Duarte, y la baja segura de Mawi Sánchez, que cumplirá en tierras murcianas su segundo y último partido de sanción. Óscar Fernández no descarta introducir cambios en la alineación en relación con el equipo que perdió frente al San Fernando.
Por su parte, el Real Murcia llega a la cita acomodado en la zona alta de la tabla, con 14 puntos, tras vencer al Algeciras en casa y al Mérida a domicilio. Su entrenador, Gustavo Munúa, recupera al medio Tomás Pina y mantiene las bajas del portero Gianni Cassaro, los centrocampistas Pablo Larrea y Ángel Montoro y el delantero Sergio Navarro, lesionados, así como las de los defensas José Ruiz, sancionado por acumulación de tarjetas, y Víctor Rofino, con molestias, cuyos puestos en el lateral derecho y en el eje de la zaga podrían ser ocupados por Sergio Santos y el argentino Marcos Mauro, respectivamente.
