Es uno de los edificios más imponentes y emblemáticos del centro de la ciudad. Desde hace 130 años preside la calle Sagasta, en pleno corazón comercial. Fue donada al municipio por los Marqueses de Linares para que albergara un centro benéfico de auxilio y socorro para los más necesitados, donde se atendían los casos más urgentes. Aún mantiene la leyenda de denominación Monte de Piedad y Caja de Ahorros en su fachada.
Levantado en ladrillo rojo, característico por aquella época, también fue la primera sede del Museo Arqueológico de Cástulo, oficina municipal de recaudación de tributos o extensión del Conservatorio de Música de Córdoba. Desde hace ya bastantes años permanece cerrado y, como ocurre en la vida, el tiempo no ha pasado en balde para este histórico palacete.
El alcalde, Javier Perales, y la concejal de Cultura, Sheila Carmona, han visitado el edificio para comprobar ‘in situ’ su estado de conservación y entablar los primeros contactos con la propiedad con el fin de que pase de nuevo al patrimonio municipal.
El interés del equipo de Gobierno se fundamenta en el calado histórico que tiene para la ciudad y en la necesidad de disponer de inmuebles para distintos usos de carácter cultural. Las negociaciones solo acaban de empezar, pero el deseo del Consistorio es llegar a un acuerdo.
No es la primera vez que la Administración local pone sus ojos en este palacete de finales del siglo XIX. La anterior concejal de Cultura, Ángeles Isac, ya planteó esta posibilidad dada la importancia patrimonial de la casa, cuya estructura se encuentra en perfectas condiciones, si bien requiere de una profunda rehabilitación para adaptarlo a los nuevos usos.
De fachada modernista, se distribuye en dos plantas diáfanas y con jardín trasero de 300 metros. Ni su dueña, Mari Salu Córdoba, ni la inmobiliaria que gestiona su venta o alquiler han puesto precio. De hecho, en el portal donde se promociona solo se limita a decir: «A consultar».
Fotos: De Gestión
