Cuatro décadas después de dejar de producirse, el Land Rover Santana sigue siendo una herramienta vital para cientos de agricultores y una pieza de coleccionista para los aficionados al mundo del motor, y más concretamente a los todoterreno.
Pese a su antigüedad y el duro trato al que son sometidos durante su larga vida, estos vehículos presumen de ser fuertes y fiables en cualquier medio, por muy inhóspito que sea. Si no que se lo pregunten a Cristófol Albert, vecino de Catarroja, uno de los pueblos más afectados por las inundaciones de la semana pasada en Valencia, cuyo Land Rover Santana ha sobrevivido a la DANA. Tanto es así que su propietario ha dejado varios carteles pegados en las lunas del 4×4 en los que pide que «no lo retiren», porque «tiene reparación».
Y no es para menos. Estos vehículos no solo se caracterizan por su fortaleza, resistencia y capacidad motriz, sino también por la facilidad de reparación. «Lo intentaré, se lo merece», ha explicado el propio Cristófol Albert en la página de Fabebook del Club Land Rover Santana, donde su publicación ha obtenido más de diez mil likes y 340 comentarios. En ellos, otros dueños y aficionados del todoterreno ‘indestructible’ fabricado en Linares le animan a que lo recupere y le dan incluso indicaciones de cómo hacerlo.
Restaurado pieza a pieza
El coche se encuentra estacionado en un aparcamiento de la localidad valenciana con barro hasta el techo y otros elementos que las lluvias torrenciales arrastraron el pasado 29 de octubre a causa de la gota fría. Esta unidad es un modelo Serie II fabricado en la factoría linarense en 1965.
Cristófol Albert se lo adquirió a un familiar hace unos años y lo restauró pieza a pieza, con ayuda de amigos y un mecánico conocido. «Estaba para el desguace», reconoce. El pasado mes de agosto acabó todo el proceso y lo probó para comprobar que «iba perfectamente». «Hicimos 170 kilómetros y se portó de maravilla», señala a El Nuevo Observador.
Él es panadero. La riada le pilló durmiendo. Cuando salió a la calle, el agua ya había anegado parte del garaje en el que guarda el Land Rover Santana y otros dos coches más. En un abrir y cerrar de ojos, todo se inundó. El todoterreno se salvó al estar en la primera planta del parquin, pero los otros dos vehículos los ha perdido, al igual que su panadería familiar. «Me he quedado sin nada. El agua se lo ha llevado todo. El trabajo de una vida. Solo me queda en Land Rover y el piso de mis padres en el que resido ahora», relata a este periódico.
Entre tanta desgracia, Cristófol Albert, un apasionado de los perros y de las competiciones caninas, está seguro de que saldrán adelante y agradece todas las muestras de cariño y solidaridad que están llegando desde distintos puntos del país, especialmente de Andalucía, donde se fabricó ese vehículo que ha resistido numantinamente las lluvias torrenciales que han asolado su tierra.
Mítico
La marca de todoterrenos Santana nació en 1956 bajo el nombre de Metalúrgica de Santa Ana, comenzando a fabricar maquinaria agrícola, pero a partir de 1961 se lanzó al mercado de los automóviles bajo la licencia del Land Rover Santana, que fue producido íntegramente en España.
Por tanto, gracias a esta alianza con el fabricante británico Land Rover, Santana obtuvo buenos resultados de ventas, sobre todo, en los países en vías en desarrollo. Por lo que, la factoría ubicada en Linares, supuso un pilar económico de la ciudad y su comarca durante los años en los que estuvo en funcionamiento. No dejaron de fabricarse hasta 1994.
El Land Rover Santana no es solo un vehículo; es un icono cultural que representa una era significativa en la historia de la automoción española. Su preservación y adaptación para cumplir con los estándares modernos de sostenibilidad reflejan un equilibrio entre honrar el pasado y mirar hacia el futuro.
Este compromiso con la sostenibilidad y la preservación cultural sitúa al Land Rover Santana en una posición única para ser considerado como vehículo histórico en España. Su trayectoria de durabilidad, su legado y su versatilidad lo convierten en leyenda.
En el mercado de segunda mano, el precio del Land Rover Santana varía enormemente según su estado, kilometraje y grado de originalidad. Los modelos más antiguos y restaurados pueden alcanzar precios de hasta 30.000 euros, mientras que los más recientes y en condiciones menos óptimas pueden rondar los 10.000 euros. Cristófol Albert ya ha recibido varias llamadas para comprárselo, pero él «no lo vende».
Land Rover el mejor 4×4 por siempre.
Landromper*
Eso es los.de ahora….
Calladito. Uhh
La pasión y el sacrificio no se negocia bendiciones
Adelante Alberto!!!!
Pasión por Land Rover!!!
Hola . Siento en Mi, la catastrofe que tienes en Tú entorno. La vida sigue para los que estais. Resistir mirando a mañana. Cuida Tú behiculo y un daludo.
Menudo coche. El mejor todoterreno con diferencia capaz de pasar por caminos y pendientes imposibles. Buen motor. Y de chapa una garantía y seguridad para sus ocupantes. Que buen recuerdo de ese coche. Utilizado por la Guardia Civil. Todo un ícono
Nosotros tuvimos uno igual y estuvo bajo agua también en una inundación. Se limpió bien, motor y demás y salió andando
Este coche es mi respeto según veo éste coche nació cuando yo vine a éste mundo cuando yo tenía 12 años me subí a uno de estos y desde allí me gustaba éste coche éste land
Rover hera del jefe y amigo de mi padre me gustan los 4×4 hoy tengo un hyunday galoper 4×4 a gasolina motor 3000
Ha tenido suerte a mi Discovery Sport se le ha desecho el motor solo. Inservible en 8 años
Ese motor no es como los del Santana…duro,sobrio y robusto
Yo traje con el por zonas de 4×4 ( +/-) 100 kilómetros en 8 h. Y era una tortura. Y frágil. Es un mito, que surge que erade lo único que había.
El todo terreno con el que se iba se maniobras en la mili