El Linares culmina el paso casi definitivo para su transformación en Sociedad Anónima Deportiva, después de que el club completara el pasado viernes, 27 de octubre, el último trámite del proceso con el registro de la documentación de constitución en el Consejo Superior de Deportes (CSD).
Así lo confirman a El Nuevo Observador fuentes del organismo público, que indican que la entidad azulilla entregó el citado día las escrituras, una vez que ha concluido el plazo, para su inscripción en el Registro Estatal de Entidades Deportivas.
De este modo, ahora se abre un compás de espera hasta que el CSD confirme que todo está en regla. En ese momento, se publicará en el Boletín Oficial del Registro Mercantil y con ello acabará un larguísimo proceso que comenzó hace dos años, cuando los socios dieron luz verde a la propuesta del presidente, Jesús Medina.
El problema es que el Linares entra con mal pie en esta nueva etapa de gestión, con una deuda galopante, el equipo a un paso del descenso y las dudas sobre la manera en la que se ha tramitado todo el procedimiento. No en vano, conviene recordar que el pasado mes de abril la directiva se vio obligada a reiniciar la conversión en SAD, debido «al incumplimiento de un accionista por incurrir en prohibición de adquisición de acciones al tener intereses con otro club», señaló entonces la institución linarense.
Además, se desconoce quién está detrás del capital social suscrito toda vez que Jesús Medina dijo que se había se ha producido un exceso de suscripción de acciones, por lo que se debía devolver participaciones que afectaban principalmente al empresario linarense Miguel Hoyo Nájera, que contaba con el 73,3 por ciento de los títulos.
