Una vez certificado el descenso a Segunda Federación y de no conseguir alcanzar los objetivos, el Linares afronta su último partido de la temporada en el Estadio Iberoamericano, donde le espera un San Fernando que se juega la vida. Los isleños necesitan ganar al conjunto azulillo y que el Atlético Sanluqueño no haga lo propio en Castalia frente al Castellón.
Sin nada en juego, pero con el orgullo sobre la mesa y el ánimo de despedir el curso con una alegría para su afición, el Linares disputará un partido que tiene más muchos más ingredientes competitivos en el equipo rival, que, además, llenará el campo para esta cita de infarto.
En medio de esta tesitura se encuentra el Linares, que cerrará la temporada con un esperpéntico descenso después de vagar por la categoría durante prácticamente toda la competición.
Los tres cambios de entrenador y los refuerzos en el mercado de invierno no mejoraron la difícil situación azulilla, que hace semanas que confirmó su incapacidad para alcanzar la salvación. Un epílogo a un curso para olvidar, que debe servir al club para aprender, tomar nota y diseñar una plantilla en verano que opte de verdad a cotas mayores en Segunda Federación.