Un tramo del Paseo de la Alameda, a la altura del número 22, lleva más de dos meses hundido. Los vecinos han enviado dos reclamaciones al Ayuntamiento de Linares a través de correo electrónico y también han informado a los operarios municipales de la situación.
Sin embargo, las demandas de los residentes de esta zona cercana al barrio de Santa Ana han caído en saco roto, a pesar del peligro que representa para viandantes y niños que acuden al parque infantil que se encuentra ubicado en la zona.
No en vano, el pavimento está literalmente hundido y destruido, lo que obliga a los viandantes a sortear ese tramo para «evitar una caída», explica uno de los vecinos a este periódico. Lo único que se hizo desde que los residentes dieron la voz de alarma fue pone una valla que, posteriormente, fue retirada.
Desde entonces, todo ha ido a peor y eleva el riesgo para la gente mayor o con movilidad reducida que vive en los bloques adyacentes, además de los chavales que bajan a jugar al área de recreo.
El vecindario ha planteado en más de una oportunidad esa problemática al Consistorio linarense, que pese a las quejas del colectivo sigue sin tomar medidas al respecto ante una situación que ha ya provocado algún susto entre los vecinos en forma de tropiezo o caída. «Van a esperar a que se produzca una desgracia humana para meterle mano», advierten.
No lleva dos meses, lleva más de año y medio, y de ahí sale ratas, no sé a qué espera obras para solucionarlo.