Su último empleo fue en un call center, antes había trabajado en la gasolinera de un hipermercado de la ciudad. Es historiadora del Arte y arqueóloga y una de las muchas mujeres que con formación que están en las listas del paro y sin perspectivas de encontrar trabajo. «El mercado laboral está complicado. Es muy difícil trabajar de lo que has estudiado y mucho más en Linares«, advierte Isabel Navarro Quesada, a este periódico.
Tiene 36 años y forma parte de ese colectivo femenino de la ciudad con enormes dificultades para abandonar el desempleo. Los datos de junio del Ministerio de Trabajo y Economía Social constatan una realidad que no es nueva en Linares: las mujeres son las que sufren en un alto porcentaje la falta de trabajo. Y cuando mayor es la posibilidades se reducen,
Así, las paradas de entre 25 y más de 45 años representan el 60 por ciento del total de parados de ambos sexos del municipio. Solo 267 mujeres inscritas en el Servicio Publico de Empleo Estatal (SEPE) son menores de 25 años, de acuerdo siempre con los estadísticas del Ministerio.
El problema es los datos apenas varias de un año para otro. De este modo, en el mismo periodo del año anterior la cifra de mujeres desempleadas en Linares ascendía a 3.708 sobre un total de 6.129 parados.
Hay que remontarse más de una década para ver más hombres que mujeres en las listas del paro. Coincide con el estallido de la burbuja inmobiliaria. La construcción fue el sector que recibió el peor impacto de la ola de destrucción de empleo entre 2008 y 2013.
Eso determinó que la pérdida de trabajo tuviera un marcado acento masculino en el inicio de la crisis (solo el 7% de los empleos en el sector lo desempeñaban mujeres), y también, que se concentrara en buena medida en el trabajo temporal.
La precariedad también es mayor entre las mujeres, sobre todo en donde compiten ambos géneros. Y la diferencia se acentúa en el empleo a tiempo parcial, en el que las féminas son, también, mayoría.
Mujer y pobreza
La Memoria de 2022 de Cáritas Jaén constata esta realidad frustrante que vive la mujer en la provincia. Casi el 58 por ciento de las personas que se acercan al organismo en busca de ayuda son mujeres, mientras que el 66,6 por ciento tiene entre 36 y 65 años, y el 38,3 por ciento solo cuentan con estudios primarios. Además, solo una de cada diez personas atendidas por Cáritas cuenta con un empleo.