La división que, desde hace siglos, ha marcado el arroyo Periquito Melchor, que separaba Linares en dos y dejaba a 20.000 vecinos de un lado y a 40.000 de otro, desaparece paulatinamente, además de recuperar espacios degradados. El último muro para culminar la unión de la ciudad está a punto de caer más de diecisiete años después de que se proyectara la urbanización de esta zona a través de viales.
El Ayuntamiento ha informado este lunes que ha reanudado la intervención del corredor que unirá la Carretera de Baños con la calle Debla tras demoler la casa que bloqueaba el paso para culminar las obras. Durante los últimos meses, el Consistorio han llevado a cabo los correspondientes procesos administrativos para incluir en la expropiación del inmueble, que no estaba contemplada inicialmente en el mismo.
Así, se ha podido ejecutar el derribo de la casa, permitiendo, de este modo, desbloquear la finalización de la construcción del nuevo vial. También se ha tenido que modificar el proyecto para incluir en él la instalación de alumbrado, mobiliario y arbolado, puesto que era algo que, según el Gobierno municipal, tampoco venía recogido inicialmente.

De cualquier modo, la apertura de esta calzada acumula un retraso importante. Las obras comenzaron bajo el mandato de PSOE e IU, es decir, hace dos años y, por fin, van llegando a su fin. Para los vecinos de los barrios afectados la ordenación del sistema viario permitiendo la conexión con el centro urbano y solucionando los múltiples problemas de tráfico; así como dar respuesta a las múltiples inundaciones.
El primer paso que supuso, a su vez, el “motor de arranque” del ambicioso proyecto puesto en marcha por el Ayuntamiento, con fondos europeos a través del Plan Urban, fue la construcción del nuevo Recinto Ferial. A ello se sumó, en 2012, la apertura al tráfico rodado de una nueva calle junto al Parque de Cantarranas, y, ese mismo año, se hizo lo propio con el puente que comunica el Paseo de los Andaluces, en la barriada de La Zarzuela, con la calle Áurea Galindo.
Esta última intervención ha sido financiada, igualmente, con dinero procedente de Europa. En esta ocasión, gracias a la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi).
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