Clara [nombre ficticio] está aterrada. El hombre que la ha maltratado física y psicológicamente durante tres años está a punto de salir de la cárcel. Lleva unos cuantos meses entre rejas de manera preventiva por violencia de género, pero la juez ha decidido ponerlo en la calle.
Ella ha dejado de trabajar, se encuentra de baja por depresión, se está medicando y el miedo recorrer su cuerpo desde que se levanta y hasta que se acuesta. Su relato es desgarrador. Terrorífico. «No duermo, no como y me siento como en el corredor de la muerta, a la espera de que aparezca en cualquier momento para matarme», relata con emoción.
Es madre de dos hijos y ha encontrado en una amiga a su mejor apoyo. Con ella va a todos lados. No se separa la una de la otra. Es su ángel de la guarda. Además, Clara cuenta con la protección de un policía de la Comisaría de Linares a través del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén). Mientras dialoga con este periódico, el agente le ha llamado por teléfono para saber cómo se encuentra. Sabe que Clara es un caso de «riesgo extremo». Por eso, dispone también de un smartphone con un botón de pánico y alerta si el agresor se acerca a «zonas de exclusión».
Vivir aterrorizada
Sin embargo, a pesar de contar con todos instrumentos legales para su autoprotección, se siente insegura e indefensa. Convivió con su expareja cuatro años. El primero fue bien. Todo se torció en el segundo, cuando comenzó a consumir droga. Las peleas eran cada vez más frecuentes, y de los gritos pasó a los golpes, a los insultos y a las amenazas. En una ocasión, le puso un cuchillo delante de la cara. Los hechos fueron denunciados por su amiga que, con antelación, había tratado de mediar sin éxito para que depusiera su actitud.
Este 17 de diciembre se cumplirán 28 años del asesinato de Ana Orantes, la vecina de Cúllar Vega (Granada) que acudió a un programa de Canal Sur para denunciar la violencia a la que había sido sometida por parte de su exmarido. Trece días después de su testimonio en televisión fue quemada viva por su excónyuge en venganza por haberlo puesto públicamente en evidencia. Tenía 60 años y 40 de ellos habían estado marcados por los malos tratos que sufrió en un matrimonio atroz.
Clara no quiere que le ocurra lo mismo. «No quiero ser la Ana Orantes de Linares, ni que nadie guarde un minuto de silencio por mí. Quiero vivir en paz», dice, al tiempo que suplica: «La justicia debe estar al servicio de la víctima, no del agresor», advierte entre lágrimas.
Su relato es demoledor. El de una mujer castigada por la violencia machista. Su anterior pareja y padre de sus hijos también le pegaba. Ahora, su situación es desesperada. «No sé qué hacer. Solo le pido a la juez que no lo deje salir, porque es capaz de lo peor», sentencia.
016′, teléfono contra la violencia machista
El ‘016’ es el teléfono de atención a las víctimas de violencia machista. Está disponible 24 horas al día los 365 días al año. La llamada es gratuita y no deja huella en la factura. Ofrece información, asesoramiento jurídico y atención en múltiples idiomas y formatos (llamada, chat, WhatsApp, email).
Si sufres o conoces a alguien que sufre violencia de género, llama al 016, contacta por WhatsApp al 600 000 016, escribe al correo 016-online@igualdad.gob.es, o usa el chat en la web de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género para recibir ayuda sin dejar rastro.