Son dos vidas que corren en paralelo, tan parecidas y tan disímiles como permite el tiempo que separa las aventuras de una y otra. Isabel Ergueta vio crecer a Maite Checa. Entre las dos distan generaciones, pero les une el amor y la pasión por el baloncesto.
La primera fue ‘cocinera antes que fraile’. Comenzó como jugadora y, posteriormente, transitó hacia el arbitraje al que lleva ligada 35 años. Lo que resultaba natural en su entorno –mujeres deportistas– no lo era todavía para la sociedad de su época. Fue de las primeras que rompió techos de cristal y abrió la senda para futuras colegiadas.
Respetada dentro y fuera de la cancha, este jueves fue reconocida por la Federación Andaluza de Baloncesto en la cuarta Gala FAB Jaén, que se celebró en Marmolejo. Allí coincidió con Maite Checa, internacional con España y la mejor baloncestista de todos los tiempos de Linares.
Llegó más lejos que ninguna otra jugadora jiennense y pasó de la pista del colegio San Joaquín al CB Santana, donde tocó la gloria con el ascenso a la Liga Femenina y la disputa de la Copa de la Reina en el Julián Jiménez.
En su casa cuelgan camisetas de algunos de los mejores clubes de baloncesto de España, además de una medalla de bronce de los Juegos del Mediterráneo de Túnez 2001 con la selección española, sin citar la larga lista de trofeos y títulos ganados a lo largo de sus 21 años de carrera deportiva que se frenó a los 33 cuando su cabeza dijo basta.
Pero Ergueta y Checa no fueron las únicas linarenses reconocidas en Marmolejo. También subieron al escenario equipos del CAB Linares y del Linabasket que este curso han brillado con luz propia en las competiciones provinciales. El alcalde y la concejal de Deportes en funciones, Javier Perales e Isabel Bausán, acompañaron a los deportistas de la ciudad en una velada inolvidable.
Fotos: FAB Jaén
