La Fábrica de Municiones de Granada (FMG) ha puesto el cronómetro en marcha para la puesta a punto del antiguo polvorín de Vadollano. El proyecto de actuación (modificado) presentado por la firma granadina al Ayuntamiento de Linares para la obtención de la licencia de obras contempla una inversión de casi cuatro millones de euros en adecuación y reparación de los bienes e inmuebles que utilizará para el desarrollo de su actividad.
El citado documento, consultado por este periódico, detalla las construcciones que la firma granadina, perteneciente al grupo eslovaco MSM Group, tiene previsto acondicionar. Así, de los tres barracones existentes en el recinto, solo rehabilitará dos: uno para control de seguridad, armero, vestuarios y usos sociales del personal que atenderá la instalación y otro para garaje y taller de mantenimiento.
El antiguo edificio de vestuarios se destinará al control de acceso al complejo, mientras que los 33 búnker mantendrán su función de antaño como almacenes de munición. En todos ellos se retocarán suelos, paredes y techos para que queden libres de grietas, al tiempo que se colocarán puertas de seguridad ajustadas a la normativa.
Asimismo, en los inmuebles ejecutarán obras de adecuación que van desde la instalación de puertas y ventanas hasta climatización. Del mismo modo, se acondicionará una zona de espera de vehículos y se reparará y reforzará el cerramiento de la parcela. La mayor parte del presupuesto se lo llevará la reforma de los 33 polvorines, de los que diez estarán en alquiler.
De acuerdo siempre con el proyecto, que se encuentra en audiencia pública, el plazo de ejecución de los trabajos será de seis meses. La previsión es comenzar como almacén para finales de año y más tarde incorporar una línea de fabricación que será una extensión de la fábrica granadina, con una previsión de un centenar de puestos de trabajo. La inversión total, entre la adquisición del terreno y su adecuación se aproxima a los diez millones de euros.