Insumisos, la batalla por un ideal que sacudió Linares

La sede de la Asociación de Vecinos Estación de Almería acoge este sábado un coloquio sobre los jóvenes linarenses que se declararon insumisos y plantaron cara a todo un sistema

Por:Javier Esturillo
Protesta contra el encarcelamiento de insumisos en la Plaza del Ayuntamiento de Linares. Foto: Recorte del periódico Ideal/Enrique

Cuestionaron, durante tres décadas, la España del servicio militar obligatorio con propuestas no violentas. El movimiento antimilitarista de desobediencia civil plantó cara a un ejército, heredado en buen número de la dictadura, que no tenía entre los ciudadanos la mejor de las reputaciones.

Los insumisos lograron acabar con la mili obligatoria y forzaron a la institución militar a replantear toda su estrategia de fondo. Fue, por muchos motivos, un acontecimiento singular, y merece la pena señalar que Linares fue uno de los principales focos de este movimiento en Andalucía, personalizado en tres jóvenes: Javier Soler, Javier Caracuel y José Luis Moreno. Los tres fueron condenados a prisión por negarse a realizar tanto el servicio militar obligatorio como la prestación social sustitutoria (PSS), pero había más insumisos en la ciudad hasta tal punto de constituirse una plataforma.

Contaron con abundantes apoyos sociales, vecinales, sindicatos y políticos de toda la provincia, si bien Javier Caracuel y José Luis Moreno no se libraron de la cárcel. El primero fue enviado al penal de Jaén, mientras que el segundo estuvo encerrado en Granada. Javi Soler no llegó a entrar en prisión.

Las concentraciones, protestas e acciones de todo tipo se sucedieron en la ciudad y en otros puntos del territorio jiennense como respuesta contundente a la insostenible situación en que se encontraban los jóvenes a cumplir con una obligación que violaba por completo sus ideales antimilitaristas y pacifistas.

El Gobierno del PSOE de aquella época se vio desbordado. Las cifras de objetores iban en aumento y llegaron al 37 % del contingente militar en 1994. En 1995, la bolsa de objetores en espera de la PSS llegaba a 200.000. El Real Decreto del 9 de marzo de 2001 puso fin a más de dos siglos de reclutamiento militar.

Han pasado el tiempo, pero no la memoria de todos aquellos que fueron detenidos y condenados por no cumplir las reglas de un servicio militar obligatorio que, entre los más reaccionarios, está lleno de tópicos, como que servía para «hacerse más hombre» y ser más disciplinado.

Este sábado, a partir de las siete de la tarde, la sede de la Asociación de Vecinos de la Estación de Almería acoge una charla coloquio cuando se cumplen 40 años de la entrada en vigor Ley de Objeción de Conciencia que provocó la reacción de un miles de jóvenes que replicaron la norma a través del movimiento de desobediencia civil. Participarán Javier Soler, Manuel Soriano y Enrique Luna que lograron con su lucha vencer a todo un Estado.

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