La Semana Santa, el punto álgido en la hotelería entre Navidad y la Feria de San Agustín, supera el 90 por ciento en Linares para el Jueves y Viernes Santo a pesar de la amenaza de lluvia. Los principales hoteles de la ciudad mantienen la ocupación y, por el momento, no ha habido cancelaciones.
Tanto el Victoria como el Aníbal y el Santiago están prácticamente llenos para los días fuertes de la Semana Santa linarense, declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Sin embargo, el mal tiempo puede afectar a las reservas de última hora. «Cierto es que no estamos recibiendo un volumen importante de cancelaciones, pero la demanda de última hora, es decir, la que espera el tiempo atmosférico, se ha ralentizado», asegura a este periódico el jefe de recepción del Hotel Victoria, Jaime Cerón.
Otro de los factores que puede influir a causa de la inestabilidad meteorológica es el periodo de estancia. En este sentido, a juicio de Jaime Cerón, «puede que algunos huéspedes no estén todos los días que tienen reservados y abandonen el hotel antes de tiempo debido a la lluvia. Es uno de nuestros principales temores», advierte.
La Semana Santa es para el sector hotelero y hostelero del municipio una de las celebraciones más importantes por el volumen de negocio. Los turistas llegan a Linares en busca de ocio, procesiones y buena gastronomía. Con ellos se espera que las calles, restaurantes, tiendas y demás espacios culturales se llenen, pero, de momento, no está siendo así por la lluvia, tan necesaria, por otro lado, para paliar los efectos negativos de la sequía, sobre todo en el campo jiennense y en los pantanos.
