La plantilla de Mecacontrol lamenta el «inmovilismo» de la dirección para evitar el ERE

Los trabajadores afectados por el despido colectivo plantean alternativas para frenar el cese de actividad en la planta de Linares

Por:Javier Esturillo
Instalaciones de Mecacontrol en el Parque Empresarial Santana. Foto: José Murillo

Los trabajadores de Fundiciones Mecacontrol afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por la compañía lamentan el «inmovilismo» de la dirección para evitar el cese de la actividad de la planta ubicada en el Parque Empresarial Santana.

En un comunicado remitido a El Nuevo Observador, los empleados se sienten «decepcionados» ante la posición del grupo de «no querer buscar soluciones» al despido colectivo. En este sentido, denuncian que el «único diálogo» presentado por la empresa en la mesa de negociación del ERE extintivo es «acordar los días de indemnización» sin explorar otras alternativas que permitan la continuidad de la producción en Linares.

Los representantes sindicales de la plantilla están tratando por «todos los medios» de que la dirección reconsidere esta «drástica medida» con propuestas como la «búsqueda de financiación para paliar las pérdidas» sufridas por la compañía durante 2020, 2021 y 2022, debido a la subida del precio de la energía -especialmente el gas- y el problema de desabastecimiento de semiconductores.

Para los trabajadores, esos dos argumentos en los que se parapeta el departamento de Recursos Humanos «no son suficientes» para trasladar la producción a Tudela, donde se encuentra la otra planta de Fundiciones Mecacontrol, puesto que, según la nota, «desde primeros de año se ha notado un aumento en la carga de trabajo» hasta tal punto de tener que «reincorporarse compañeros que habían sido despedidos meses atrás».

En este punto, la plantilla ha solicitado a la empresa información sobre «las pérdidas y las ganancias» de las dos industrias que pertenecen a Fundiciones Mecacontrol con el fin de establecer si el ERE se ajusta a razones «objetivas y procedentes», tal y como expone la dirección ante la autoridad laboral. A juicio de los empleados, el resultado de dicha comparación sería favorable a Linares frente a Tudela.

La compañía achaca el despido colectivo sobre todo al descenso de los pedidos de Valeo, principal cliente de la nave de Santana, pero también a la falta de acuerdo con el Ayuntamiento de Linares para la «independización eléctrica» y una «rebaja del alquiler» que paga por las instalaciones del parque empresarial. Dice la empresa que, a día de hoy, «sigue sin respuesta» de las autoridades municipales.

Así las cosas, todo apunta a que el conflicto en Fundiciones Mecacontrol acabará con la pérdida de puestos de trabajo en la ciudad de una plantilla que llegó a contar con medio centenar de empleados en 2018 y que, de un tiempo a esta parte, ha sido sometida a distintos ERTEs hasta desembocar en el actual crisis laboral.

Fotos: José Murillo

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