La ley del pago a proveedores establece que el abono de las deudas por parte de las administraciones públicas se han de hacer en el plazo de 30 días. Si se tienen en cuenta los datos del primer trimestre del año, el Ayuntamiento de Linares no solo suspende en esta materia, si que ha empeorado con mucho las estadísticas de 2022.
Según el informe del Ministerio de Hacienda consultado por El Nuevo Observador, ha pasado en solo tres meses a duplicarse. Así, el pago medio a proveedores al cierre del pasado año se situaba en 36,49 días, mientras que en marzo de 2023 la morosidad aumentó hasta los 68,1 días. Esto significa que la Administración linarense (PSOE-IU) duplica el tope legal.
Bien es cierto que en todo este mandato el Ayuntamiento no ha cumplido el precepto de no superar los 30 días entre la entrega del bien o la prestación del servicio y el pago de la factura. Sin embargo, se había reducido bastante hasta los mencionados 36,49 de diciembre de 2022.
En 2019, el Consistorio linarense abonaba las facturas a los 35,99 días, por lo que, salvó en 2020 y por la agilización impuesta por la pandemia, el anterior equipo de Gobierno tampoco avanzó demasiado, pero mantuvo el tipo.
Muy lejos de El Ejido que ocupa el primer puesto del ranking de las 21 ciudades mayores de 50.000 habitantes de Andalucía y el sexto de la tabla nacional, con un periodo de abono de facturas a las empresas suministradoras de tan sólo 15,34 días.
En el lado opuesto está el Ayuntamiento de Jaén que es el que peores datos presenta, ya que tarda en pagar a las empresas con las que trabaja más de dos años, puesto que el informe indica que el retraso es de hasta 734,40 días.
