Hace tiempo que unos inquilinos inesperados y silenciosos tienen alterada la vida de los vecinos del barrio de Santa Ana. Son las termitas, que han obligado al Ayuntamiento de Linares a iniciar un tratamiento para su control o eliminación que se prolongará durante cuatro años.
Esta semana han comenzado los trabajos de instalación de un sistema de cebos -26 en total- en las zonas afectadas, que eliminan los termiteros, además de ser respetuoso con el medio ambiente y no implicar riesgos para las personas ni para los animales domésticos.
«Era una intervención muy necesaria y esperada por los vecinos, ya que estaba suponiendo un problema de salubridad y de pérdida de calidad de vida, afectando a la salud personal», advierte la concejal del ramo, Eva Sáez, quien ha inspeccionado las labores que se desarrollan en el barrio.
La dirigente ha explicado, a través de una nota, las fases del tratamiento: «Los dos primeros años se hará bimensual, el tercer año será trimestral y el cuarto semestral, para erradicar la problemática de las termitas», apunta.
Los cepos contienen un inhibidor de la formación de la quitina, sustancia necesaria en el proceso natural de la muda de las termitas. En este sentido, el el Ayuntamiento recomienda a los vecinos afectados que realicen un tratamiento interno en sus viviendas para evitar la propagación y poner fin a este problema.
