El fraude eléctrico por el cultivo de marihuana en domicilios sigue subiendo en Linares a pesar de la suma de esfuerzos entre Endesa y los cuerpos policiales para acabar con esta práctica delictiva.
Desde 2020 hasta ahora, se han desmantelado un total 40 de plantaciones en distintos barrios de la ciudad, según informan a El Nuevo Observador desde la compañía eléctrica. La última operación contra el cultivo de esta droga se saldó con un detenido y la incautación de mil plantas en dos huertos ‘indoor‘ ubicados en la barriada de Arrayanes.
Estos invernaderos van casi siempre acompañados de «enganches ilegales de luz», que pueden llegar a generar importantes problemas de suministro a los núcleos de población en los que producen. Así, un cultivo casero de marihuana consume la energía equivalente a 80 viviendas, como si fuera una instalación industrial, y si existe concentración de plantaciones el resultado es la saturación de la red y los apagones, en su mayoría en viviendas de las zonas más desfavorecidas de la ciudad.
Obviamente, conectarse directamente a la red para florezca la marihuana comporta otros muchos riesgos, como averías o el incendio de la caja de contadores, con el consiguiente peligro para los inquilinos de los inmuebles.
Además, el propio defraudador, al manipular ilegalmente una instalación eléctrica, puede sufrir una descarga e incluso morir por electrocución, y deja expuesto a los vecinos y su entorno a posibles explosiones y accidentes. Esto es lo que más preocupa a Endesa y, por este motivo, «trabaja de la mano de las autoridades para luchar contra esta lacra», subrayan.
Poco a poco, se ha logrado frenar al pequeño defraudador, pero la proliferación de plantaciones de marihuana ha provocado que el hurto energético suba exponencialmente.
Los cultivos de interior son mucho más provechosos para los delincuentes, pueden obtener cuatro plantaciones al año frente a una en el exterior. Se traducen en millones anuales teniendo en cuenta que en el mercado ilícito español la marihuana se vende a una media de unos 2.300 euros por kilo.
En 2020, el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de la Policía Nacional de Linares desmanteló 16 plantaciones; al año siguiente 20 y en este primer trimestre de 2022, cuatro.