Dicen que la veteranía es un grado. Dicen, también, que la Primera Federación es una categoría para jugadores curtidos, que resultan capitales en la definición de un partido. Óscar Fernández puede que piense lo mismo y eche de menos la experiencia en su colectivo, pero es lo que tiene conformar una plantilla de bajo presupuesto basada en cesiones y contratos menores.
Este sábado, frente al Algeciras, el preparador del Linares alineó un once insultantemente joven. Solo Rodri, con 34 años, rompe una media que bien podría estar por debajo de cualquier filial. La alineación que saltó al césped del Municipal de Linarejos bajo una intensa lluvia no pasaba de los 23 años. Su delantero centro Rafa Llorente solo tiene 20, al igual que el extremo Álex Oyón.
La esfuerzo extra realizado el miércoles en la Copa del Rey, con una eliminatoria resuelta en la tanda de penaltis, las lesiones y las dudas obligó a Óscar Fernández a tirar de sus jugadores más imberbes para componer el equipo.
A ello se suma su inexperiencia en la categoría. De los once que saltaron al campo, solo Samu Casado, Dani Perejón, Pepe Mena y Rodri han jugado de manera regular en Primera Federación. El resto proviene de formaciones que la pasada temporada estaban en Segunda y Tercera Federación.
Óscar Fernández está habituado a estas situaciones, puesto que su carrera deportiva se ha desarrollado, en su mayor parte, en los filiales. Por eso, nadie mejor que él para saber aprovechar el vigor físico y el hambre competitiva de los jóvenes del plantel. Falta saber si podrán mantener el nivel competitivo en una división extremadamente dura.
