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Malestar en la calle Canalejas por el estado del local que salió ardiendo el 26 de diciembre

Vecinos y comerciantes se quejan de la "mala imagen" que da la acumulación de restos calcinados a la intemperie

Por:Javier Esturillo
Restos del incendio ocurrido el pasado 26 de diciembre en la calle Canalejas.

El pasado 26 de diciembre, los vecinos de la calle Canalejas despertaron sobresaltados por las llamas que salían del bajo del antiguo local de Polaina. El fuego arrasó por completo la dependencia, aunque, por suerte, no hubo que lamentar daños personales, puesto que la mujer que, en ese momento, se encontraba allí fue rescatada por la Policía Nacional.

Más de un mes y medio después, unas vallas metálicas cubiertas con cinta de la Policía Local separan la vía de los restos de colchones, ropa de abrigo y otros objetos que se quedaron allí una vez sofocado el incendio. «Que mala imagen para el vecindario y el comercio de esta zona», lamenta un hombre de la calle que acaba de salir de una tienda. «Es un foco de suciedad y de ratas», añade la mujer que lo acompaña.

El bajo presenta un «estado lamentable» y dice «muy poco cuidado que hay en esta ciudad», señala Juan Manuel Carmona, linarense de Julio Burell que ha bajado al centro a realizar unas gestiones.

El malestar de los residentes y comerciantes es lógico después del tiempo transcurrido desde que se produjo el suceso. El Ayuntamiento está haciendo todo lo posible por solucionar el problema. En este sentido, el concejal de Emergencias y Urbanismo, Daniel Moreno, explica a El Nuevo Observador de que su departamento ya ha iniciado los trámites para corregir esta situación.

De hecho, la intención municipal es intervenir de oficio si el propietario no procede a la limpieza de la basura allí acumulada. La idea es cerrar y tapiar el lugar en cuanto acabe el proceso administrativo.

Moreno hace un llamamiento a la ciudadanía para que entienda que se están haciendo todo lo posible para que ese inmueble deje de estar en esas condiciones tan lamentables.

Conviene recordar que el bajo era utilizado por personas sin hogar para pasar las noches. Muchas de ellas acumulaban sus enseres personales, con el riesgo que ello suponía. La rápida intervención de la Policía Nacional y de los bomberos evitó que el fuego fuera a mayores y todo se quedara en un gran susto.

Fotos: Javier Esturillo y Bomberos

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