Miguel Ángel Aldarias Chinchilla es un hombre sencillo, de voz calmada y en cuya cabeza reina el sentido común. En otras palabras, es el retrato del buen deportista, de aquel que se rige por unos valores y unos principios que van más allá del simple hecho de ganar. Eso no quiere decir que su espíritu no sea competitivo, simplemente corre por pasión.
De chaval se decantó por las botas de fútbol, como la mayoría de niños. Jugó en las categoría inferiores del Linares y del extinto Almidas. Incluso, hizo sus pinitos en el Trofeo del Alcalde. Lo único que quería era divertirse.
Un día cambio la pelota por el atletismo y ese día se quedó enganchado a una disciplina que le aporta, por encima de todo, «bienestar físico y mental». Equilibrio, dicho de otro modo. Miguel Ángel Aldarias está en ese ramillete de corredores linarenses de más de 40 años que copan las listas de inscripción de cualquier prueba que se precie, ya sea una carrera popular de pueblo o la maratón más prestigiosa.
Licenciado en Educación Física por la Universidad Católica de Murcia (UCAM), en la actualidad ejerce de docente en La Presentación, donde sus alumnos no pueden estar más orgullosos de su profe. No en vano, acaba de proclamarse subcampeón del Circuito Provincial de Campo a Través en la categoría Máster 40, en la que solo fue superado por Grego Aguilera, con el que ha protagonizado un bonito mano a mano.
Miguel Ángel Aldairas, que defiende los colores del CA Fundación Oleícola Jaén, no se ha bajado del podio en esta vigésimo séptima edición. Fue tercero en la carrera que abría el calendario en Vilches; primero de su categoría en el Cross Internacional del Aceite de Torredonjimeno, y cerró su participación con dos platas consecutivas, en la ciudad de Jaén y en La Garza.
Padre de Celia y de Claudia, de 7 y 10 años, a las que ya ha inoculado el amor por el atletismo, Miguel Ángel considera que el deporte es esencial para tener unos hábitos de vida saludables, pero también para mantener una disciplina y ser consciente de que todo premio requiere de un esfuerzo.
No es un hombre de grandes sueños. Le basta con echar unos kilómetros con sus amigos y compañeros de equipo y disfrutar del asfalto o de la naturaleza, según la superficie que toque. Aunque puestos a soñar, «no estaría mal una maratón en cualquier capital del mundo o la San Silvestre Vallecana», reconoce a este periódico.
Lamente profundamente que Linares carezca de unas instalaciones dignas para los atletas, puesto que, en su opinión, no solo frenan la progresión de los que hay, sino que impide que se forme una cantera. «Sientes verdadera tristeza cuando vas a municipios más pequeños que Linares y ves pistas de atletismo cuidadas. Produce una sensación de malestar bajar al Mariano de la Paz«, añade este apasionado luchador y buena persona.
Fotos: Cedidas
que buen profe