La denominada Casa Grande es uno de los edificios más representativos de la linarense calle Federico Ramírez, conocida populosamente como Los Álamos, en pleno corazón del casco antiguo. Su construcción data del siglo XVI, aunque solo se dispone de información del inmueble desde 1872.
Su propietario actual es el joven empresario José Miguel Fernández que tiene intención de recuperar este bien protegido para convertirlo en un hotel boutique. Para ello ha entablado contactos con una multinacional del sector para cerrar un acuerdo de arrendamiento con un periodo de carencia para su rehabilitación. Se trata de una fórmula viable en España, aunque poco conocida: la reforma de una vivienda a cambio del alquiler gratis durante un determinado tiempo.

Al encontrarse en el catálogo de edificios protegidos, está sujeta a una serie de ayudas y bonificaciones públicas que facilitaría al inversor su recuperación para su uso como establecimiento hotelero. Según explica José Miguel Fernández a este periódico, este nuevo alojamiento dispondría de 33 habitaciones y suites, con una decoración elegante y detalles de calidad, manteniendo algunos elementos de incalculable valor que se conservan en el interior del inmueble, como la fachada, una gran escalinata, un tragaluz de madera tallada y cristal y unas tinajas localizadas en la bodega.
El solar cuenta, de acuerdo con los datos del catastro, con 766 metros cuadrados construidos, de los que 383 corresponden a la planta baja y otros tantos a la primera. Con anterioridad, ha sido vivienda familiar, sede administraba de una industria minera en 1879 y Academia de Santa Teresa de Jesús (Institución Teresiana) en 1940, comunidad en la década de los 70 del siglo pasado realizó obras de reforma en su interior y ampliaron la parte trasera sobre el patio posterior. También fue un conocido local de copas hasta su cierre.
Los trámites ya están en marcha y si las conversaciones llegan a buen puerto, la ciudad podría aumentar, en un futuro no muy lejano, su oferta hotelera con un establecimiento premium en la zona histórica, a muy pocos metros de la Casa del Torreón (siglo XVII), hoy Casa de la Juventud o el Palacio de Zambrana, construido en el siglo XVI. “Estamos ilusionados con este y otros proyectos que ayuden a dinamizar la economía local», sostiene José Miguel Fernández, dueño de Autos José Miguel, de dos estaciones de servicio Repsol, una en Linares y otra en Bailén, así como otros negocios.