El Linares afronta la última fecha del curso futbolístico 23/24 con el amargo sabor del descenso de categoría, después de una pésima planificación deportiva y económica del todavía director general del club y anterior presidente, Jesús Medina.
Lo único que le queda es salvar la honra por la historia, el escudo y la afición. Así lo ha declarado Romerito en la última rueda de prensa previa al partido de Liga frente al San Fernando en el Estadio Iberoamericano, donde los locales se juegan la permanencia. Necesitan ganar y que el Atlético Sanluqueño no haga lo propio en Castalia ante el campeón del Grupo II de Primera Federación, el CD Castellón.
El técnico sevillano no está dispuesto a que su equipo sea un convidado de piedra en el campo isleño, que se llenará hasta la bandera para esta última cita liguera. Quiere a un colectivo con personalidad que defienda los colores del club que defiende y les paga. Además, está la posibilidad de adelantar al San Fernando en la clasificación que daría algún chance en caso de que se produzca algún descenso administrativo. «Nosotros se lo vamos a poner complicado. No vamos a verlas venir. Lo advierto desde ya. Queremos los tres puntos», advierte Romerito.
Por desgracia, el Linares solo es juez en la jornada 38 ante un rival que lo mandó a la promoción de descenso a Tercera, en un ridículo histórico en la temporada 16/17, y le privó de la promoción de ascenso la pasada campaña tras un empate a uno en Linarejos. «Me da igual el San Fernando y el Sanluqueño, yo voy a ganar», sentencia el preparador azulillo.