El Ayuntamiento de Linares respira un clima envenado. Desde que comenzó el mandato, la tensión ha sido la tónica en el día a día de la vida municipal. Plenos al borde de un ataque de nervios, descalificaciones, desconfianza, deslealtades y miradas desafiantes han terminado por dinamitar la política local hasta puntos insólitos.
El anuncio de la moción de censura del PSOE ha aumentado más si cabe la crispación entre Gobierno y oposición. El último episodio del enfrentamiento soterrado que existe en el Consistorio linarense ha sido la revelación de Cilu sobre supuestas «presiones y amenazas» procedentes del Gabinete de Caro-Accino para frenar el avance de las negociaciones con los socialistas.
En un rueda de prensa, el líder y portavoz municipal de la formación localista lamentó el «clima de tensión» que vive su partido con el único fin de «condicionar» su decisión en la moción de censura.
Las acusaciones de Bris son de tal calibre que podrían acabar en los tribunales, porque afectan a cargos públicos y tienen un trasfondo que va más allá de lo político. «Aun así, estamos protegiendo por todos los medios a nuestra militancia y no nos van a doblegar. No conseguirán influir en nuestro voto una vez se decida», advirtió Bris en presencia de su compañera de filas, Myriam Martínez.
Este amedrentamiento por deslegitimar la acción de la oposición, e incluso la actividad de determinados concejales del propio equipo de Gobierno, deja un Ayuntamiento dividido en el que reina la incertidumbre, a pesar de los esfuerzos del alcalde, Raúl Caro-Accino, por transmitir unidad y abrir espacios para la concordia por el bien de la ciudad.
La realidad es que esa tensión invade todos los ámbitos de la Administración local y transciende las paredes del salón de plenos de la Estación de Madrid y del Palacio Municipal.
La moción de censura sigue adelante
A todo esto, el PSOE no da un paso atrás y sigue adelante en su propósito de desbancar el regidor de Ciudadanos del poder. «Es más necesaria que nunca», afirmó el líder de los socialistas linarenses, Javier Perales, a preguntas de los periodistas al día siguiente del Consejo de Gobierno de la Junta celebrado en Linares.
Para Perales, la moción «no es contra Raúl Caro-Accino, sino a favor de la ciudad», porque la gestión del equipo de Gobierno no está cubriendo las necesidades de los ciudadanos y porque la recuperación económica de la que habla el alcalde no se refleja en las listas del paro, con 382 desempleados más en el municipio. Además, lamentó la «tomadura de pelo» de Moreno Bonilla a los linarenses con proyectos con «marcado sello socialista» y de compromisos que «suenan más a propaganda que a realidades». «Es muy duro que vengan a tu casa a mentirte. Los linarenses nos merecemos que no nos mientan, que nos digan la verdad», aseveró Perales.
Fotos: Javier Esturillo