En la Estación Linares-Baeza, una población golpeada por las desigualdades y que vive atrapada bajo el estigma del tráfico de drogas, un enorme mural de Miguel Ángel Belinchón, Belin, ha llevado la alegría a sus vecinos. Cuando el artista urbano local lo acabó, los allí presentes se lanzaron hacia él para abrazarlo. Soltaron globos y aplaudieron sin cesar.
Para ellos, era una especie de liberación y un orgullo que su pueblo tenga una obra de Belin en una pared en la que antes no había nada, solo silencio. «Estamos orgullosos de ver cómo la Estación cada día es un lugar mejor», reflexionaba emocionado el alcalde, Melchor Villalba. En cierta forma el arte está para hacer feliz a la gente y Belin consiguió esa meta en Linares-Baeza.
El Festival 23700, que organiza Rampa bajo el auspicio del Ayuntamiento y la Diputación, es una iniciativa que ha logrado transformar el pesimismo de Linares en optimismo. Durante una semana, ocho muralistas internacionales han eliminado el victimismo de las calles del municipio para abrir una puerta a la esperanza armados solo con botes de sprais.
Han dado luz a lugares ensombrecidos por las lamentaciones a través de artistas multifacéticos que han plasmado su visión del mundo y de la vida en una galería urbana cargada de mensajes de paz y de reivindicaciones sociales.
En sintonía con el lema pacifista del festival, ‘Make Art Not War’ (Haz el arte, no la guerra), Belin ha escenificado en su mural a dos gallos que representan, a juicio del autor, «un nuevo día, un nuevo despertar, un desafío para un mundo mejor, donde la belleza es difícil de destruir y el arte es lo opuesto a la guerra”.
En esta edición, además de los artistas titulares: Smug One (Australia), Digital Does (Holanda), Dan Ferrer (Madrid), Julieta Xfl (Valencia), María Die (Sevilla), Bosska (Alicante), Belin y Wah (Linares), el público ha podido disfrutar de la primera edición del Concurso de Grafiti que ha ganado Moxaico, seguido de Jota López y Raquel Coba.
Linares, epicentro del street art
Gracias a este festival, Linares se ha colocado estos días como epicentro del arte urbano, una de las ciudades más visitadas del sur de la península gracias a los más de 30 enormes murales que ya colorean edificios enteros con imágenes y mensajes que la han convertido en cita obligada en el circuito mundial de este tipo de arte.
Grandes nombres se dan cita año tras año en esta localidad para engrosar lo que ya es un célebre museo al aire libre, gratuito y accesible para todos, capaz de atraer a miles de turistas anualmente.
Fotos: Espacio Rampa