Los principales viales de Linares son un campo de minas para los coches que circulan por ellos. Baches que en algunos casos son auténticos cráteres proliferan como setas.
El paso del tiempo y la falta de mantenimiento han hecho mella en el asfalto y las socavones representan una amenaza para la seguridad de vehículos, pero también de peatones. Solo queda esquivarlos mientras el Ayuntamiento sigue sin tomar cartas en el asunto para arreglarlos.
La oposición ha preguntando en numerosas ocasiones en el pleno al equipo de Gobierno sobre la puesta en marcha de plan de asfaltado para un amplio listado de calles de la ciudad. El concejal de Infraestructuras y Servicios, José Luis Roldán, ha replicado en sede municipal que está listo, pero sin especificar la cuantía de la intervención, ni las zonas que abarcará, ni tampoco su comienzo.
Mientras tanto las quejas y las reclamaciones se acumulan en la Administración local. Uno de los ejemplos más palpables del lamentable estado en el que se encuentra la ciudad por culpa de los baches es la calle Ventanas, una de las vías que más volumen de tráfico soporta al día. Cientos de conductores y transportistas atraviesan este angosto paso que conecta la Plaza del Ayuntamiento con San Francisco, con el riesgo que suponen los socavones para sus vehículos.
El asfalto, en general, está tan gastado que se suelta en gravilla en numerosos puntos. Otro obstáculo para los vecinos son la estrechez de las aceras, «Para mí es muy difícil moverme por aquí, ando fatal», se lamenta una mujer mayor residente de la calle Ventanas.
«Está deteriorada, hay muchos socavones y las aceras no son las adecuadas para la seguridad de las personas mayores que viven aquí, hay muchas. Tampoco para los que tienen niños con carrito o que van con el carro de la compra, que no entran en las aceras», añade otro vecino.
La mala pavimentación de las principales calles de Linares representa un riesgo añadido para los motoristas. «Tienes que hacer verdaderas peripecias para esquivarlos y mantener el equilibrio», asegura José Manuel Álvarez, propietario de una Vespa que circula por otra zona verdaderamente agrietada, la calle Pintor El Greco. «En la calle Raphael hay también un pedazo de bache que más de uno va a tener que llevar el coche a arreglar después de pasar por ahí», denuncia un residente.
Y esto ocurre en el centro. Conforme se avanza hacia los barrios o los acceso a Linares la situación se pone peor. Para muchos conductores se han convertido en una trampa, como pasa en el Polígono de los Jarales. Los usuarios y los titulares de los negocios y naves lamentan esta situación que «viene de lejos».
Los baches, grietas y socavones continúan invadiendo los espacios públicos por donde circulan coches, peatones y personas con movilidad reducida. Existen múltiples causas para el deterioro del asfaltado, como la meteorología o la intensidad de tránsito de vehículos, pero la mayoría de vecinos consultados por este periódico consideran como elemento clave el «mantenimiento insuficiente». Por ello, a su juicio, es necesario un plan integral de infraestructuras viarias para solucionar un problema que afecta a la mayoría de la ciudadanía.
También lo demanda la oposición que pide destinar más recursos a la conservación general de la vía pública, incrementar el personal que ejerce labores de inspección viaria y aumentar en los próximos presupuestos municipales los créditos de las partidas de gasto que amparan las actuaciones puntuales de reparación del viario.