«¡Venga Carla, que vas de maravilla!». La entrenadora mira el cronómetro de su mano derecha y grita minutos y segundos a Carla Barberán que rebota sobre el asfalto con cara de sufrimiento. Poner piernas y corazón al límite para reproducir el esfuerzo de la competición. «Lo has hecho muy bien», espeta Isabel Bausán, su preparadora cuando llega a meta.
A sus 12 años, representa una nueva generación de atletas linarenses que buscan hacerse un hueco en las principales pruebas del circuito provincial y autonómico. Lo mismo ocurre con su compañero del CA Juventud, Hugo Gutiérrez, cuyo nombre causa respeto entre sus competidores.
Corre en categoría sub-14 con notables resultados esta temporada. Por ejemplo, se subió a lo más alto del podio en la carrera urbana de La Carolina y en el cross de La Garza. Además, ya sabe lo que es participar en competiciones de máxima exigencia, como las medias maratones de Valencia y Granada o la San Antón de Jaén. «Es un portento físico, con unas cualidades increíbles», describe Bausán, una de las mejores deportistas de la ciudad minera de todos los tiempos.

Carla va por el mismo camino en cuanto a éxitos. Este 2025, se impuso en dos pruebas celebradas en su municipio: la San Silvestre y Hogar de Nazaret, ambas en la categoría sub-12. También hizo podio en las carreras urbanas de Canena, Jabalquinto y, recientemente, en la que organiza la Asociación de Amigos del Sáhara Libre. «Estoy súper orgullosa de ella, porque es todo corazón. Es una niña disciplinada, con carisma y que tiene una ilusión tremenda por el atletismo», remata su preparadora.
Es un logro y hasta un hito que Linares siga contando con cantera en una de las disciplinas deportivas más discriminadas de la ciudad. Carecen de ayudas y, lo más importante, una pista en la que entrenarse y en la que competir. De ahí el enorme valor del CA Juventud que, sin prácticamente medios, consigue mantener viva la pasión por el atletismo.
