El Ayuntamiento de Ibros ha clausurado la pileta infantil de la piscina municipal donde un niño de 8 años fuera succionado por la depuradora cuando estaba bañándose. El alcalde, Juan Matías Reyes, asegura a esta periódico que la zona destinada a los pequeños permanecerá cerrada hasta que concluya la investigación judicial para aclarar qué sucedió el pasado martes, en un vaso no que supera los 49 centímetros de altura.
El regidor subraya que el recinto recreativo tiene todos los papeles en regla y cumple con la normativa en materia de seguridad. «No sabemos qué pudo pasar. Los técnicos del Ayuntamiento han estado inspeccionando el recinto para saber que provocó el accidente», apunta.
Juan Matías Reyes reconoce que «lo importante ahora es que el niño esté bien». «Es lo que más me preocupa en estos momentos», añade el responsable municipal, quien se pone a disposición de los padres para «todo lo que necesiten». «Es la primera vez desde que está abierta la piscina que nos pasa un incidente de este tipo. El susto ha sido tremendo y lo único que queremos es que el menor se recupere lo antes posible», insiste.
Los hechos ocurrieron el martes sobre las 18:20 horas cuando el pequeño Blas disfrutaba de un día de piscina con su familia. Por razones que todavía están por dilucidar, quedó atrapado por el sumidero, lo que le causó un fuerte hematoma en la zona costal de su cuerpo, según el parte médico al que ha tenido acceso El Nuevo Observador.
