El Melilla y el Linares disputan el último partido del año con tres puntos en juego que pueden ser vitales para mantener viva la esperanza de la salvación. Se miden en el Estadio Álvarez Claro (12 horas) dos de los peores equipos de la categoría, tal y como sentencian los números. En las últimas jornadas, Melilla y Linares solo han sumado tres puntos de treinta posible y, en estos momentos, son firmes candidatos al descenso.
El Linares, pese al positivismo de su entrenador, es un colectivo sin argumentos futbolísticos para pensar en una remontada. Más bien todo lo contrario. Su poca fiabilidad en ataque y en defensa no invitan al optimismo. Sin embargo, la poca esperanza que le queda a la afición azulilla pasa por sacar los tres puntos en el Álvarez Claro. De lo contrario, el conjunto de David Campaña pondría pie y medio en Segunda Federación, aunque quede más de una segunda vuelta para acabar el campeonato.
El Melilla, más de lo mismo. Colista del Grupo II de Primera Federación son solo seis puntos, está ante una de las últimas opciones para obrar el milagro de la permanencia. Además, en su estadio solo ha conseguido ganar un partido frente al Atlético Madrid B y empatar otro ante el Recreativo de Huelva. El resto de encuentros los cuenta por derrotas.
El técnico local, Juan Sabas, pierde para este importantísimo encuentro a Alberto Martín y Gnali por lesión, que se unen así a la consabidas bajas, por idéntico motivo, de Sergio Pérez y Cantarero, mientras que José Antonio González será duda, en el dique seco desde hace un mes.
No obstante, si estarán Juanjo Mateo y Masogo, recuperados de sus molestias musculares, y Abdoul Bandaogo, recientemente fichado.
