La Semana Santa de Linares es una manifestación popular que se celebra a cielo abierto, por lo que se está a expensas de la meteorología, y este año no ha acompañado, debido a lluvia que apenas ha dado un respiro a las hermandades y cofradías de la ciudad.
Pese al mal tiempo, los hosteleros de Linares han salvado los muebles y el balance que hacen es «positivo». La presidenta de la Asociación Hosteleros de Linares, María Teresa Márquez, asegura que, a pesar las adversas condiciones meteorológicas, que impidieron o deslucieron los desfiles procesionales programados, se puede calificar de «muy satisfactoria».
En declaraciones a este periódico, la responsable del colectivo afirma que la reacción del público ha sido bastante buena dentro de las las circunstancias. En este sentido, destaca el esfuerzo de los hosteleros por ofrecer el mejor servicio y hacer de este sector uno de los principales motores económicos de la ciudad. «Linares cuenta con una gran hostelería, en la que creo firmemente más cada día», asevera.
No en vano, según María Teresa Márquez, los establecimientos lejos de arrugarse por el agua han dado el do de pecho y han mantenido las contrataciones previstas. «Es más -apostilla Márquez-, muchos contratos se han continuado después de Semana santa, lo que denota que somos un motor de creación de empleo».
La presidenta de Hosteleros de Linares se muestra optimista con vistas al futuro, si bien reconoce que es necesario reforzar la formación para «seguir profesionalizando cada vez más la hostelería linarense», de la que, por otro lado, se siente orgullosa.