«La Policía Local de Linares está viviendo una verdadera transformación en todos los sentidos»

Por:Javier Esturillo
José Pereira es el intendente de la Policía Local de Linares. Foto: Javier Esturillo

José Pereira Melgarejo (Jaén, 1976) se conoce las calles de Linares como la palma de su mano. Lleva ponteándoselas desde que llegó a la ciudad a principios del siglo XXI. Ahora ostenta el puesto de intendente, es decir es el que manda en la Policía Local.

Nos recibe en su despacho de la Jefatura después de atender a un ciudadano al que unos desaprensivos querían estafar. Tras varios minutos con él, se sienta delante de la grabadora para abordar asuntos de interés de su vida profesional y de la propia ciudad.

Padre de dos hijos, de 12 y 17 años, es un tipo sencillo, de costumbres sencillas que no ha levantado el pie de la tierra. Sigue jugando pachangas de baloncesto con amigos de toda la vida y acude, siempre que puede, a conciertos de música indie. También saca tiempo para alimentar su pasión por la lectura y el cine. La última película que ha visto ha sido ‘Cónclave’, ganadora de dos Oscar, y en cuanto a libros se está leyendo ‘El Clan’, novela negra de Carmen Mola.

Tiene una capacidad notable para analizar el entorno que le rodea y empatizar con sus elementos principales. Destaca la importancia de la Escuela de Seguridad Pública y considera que la Zona de Bajas Emisiones será positiva para el desarrollo del municipio.

A finales de enero, fue distinguido con la medalla de la Orden al Mérito, un reconocimiento que él hace extensivo a todos los agentes y mandos del departamento por su «extraordinaria labor«.

—¿Cómo llega un ‘lagarto’ a tierras mineras?

—Fue, en cierto modo, el destino. Me preparé las oposiciones y salieron cuatro posibilidades: Guarromán, Córdoba, Úbeda y Linares. El examen psicotécnico coincidía en fecha y hora en Úbeda y en Linares y aposté por esta ciudad. Lo cierto es que fue una decisión acertada.

—¿Cómo hemos cambiado?

—Muchísimo, aunque no tanto como persona, intentó ser la misma. Trato, igualmente, ser lo más cercano posible a la gente. Lo que ha cambiado mucho ha sido la ciudad y el propio Cuerpo.

—¿Los valores le vienen de fábrica, es decir, de su casa?

—No solo de mi casa, sino también del deporte, de los amigos de la infancia y, obviamente, de la Policía Local.

—¿Ve diferencias entre un linarense y un jiennense?

—Le diría que muy pocas o casi ninguna. Quizá la diferencia radique en que el linarense siente mucho amor propio por su ciudad, la lleva muy adentro. El respeto entre las dos ciudades debe mantenerse siempre.

—Hay que superar, por lo tanto, las rivalidades.

—Es que lo veo absurdo. No vale para nada. Lo importante es que ambas ciudades peleen juntas por el conjunto de la provincia. Los dos municipios más relevantes de Jaén no pueden estar enfrentados. La división nos perjudica a todos. La suma de ambas en fundamental para el resto de jiennenses.

—Ahora mucho más con el Cetedex (Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación).

—Todo lo que sean iniciativas industriales que generen empleo en Linares es súper importante, porque nos beneficia a todos, incluida la Policía Local, que crece al ritmo de la propia ciudad.

—¿Un intendente de la Policía Local debe ser políticamente correcto?

—Políticamente correctos debemos ser todos, desde el agente raso al intendente, porque todos estamos al servicio de la ciudadanía. En mi caso, ahora estoy en otra posición, que quizá me impida tener la cercanía de antes, aunque eso no quiere decir que estoy a disposición de quien me solicita. Por ejemplo, es habitual que me pare con los vecinos a escuchar sus problemas o demandas. Cada uno en este departamento tiene sus funciones, pero todos estamos al servicio del ciudadano, independiente de la escala.

—¿Echa de menos la calle, patrullar y esas cosas?

—Por supuesto. Es algo que me encanta. Hablar con el vecino, el comerciante, el maestro o cualquier otro ciudadano me produce mucha satisfacción. De hecho, trato de estar informado de todo lo que sucede a mi alrededor. Por eso, es muy importante estar conectado con todos los colectivos de la ciudad, ya sea el propio Ayuntamiento o una asociación vecinal.

—Llegó en un momento complicado a la Jefatura, en un periodo de transición, pero con muchas demandas. ¿Cómo se encuentra el Cuerpo?

—En el periodo que llevo como intendente he estado con tres alcaldes y a todos ellos les he pedido lo mismo: que quieran a la Policía Local. Nuestro principal problema sigue estando en la plantilla, básicamente por el cambio generacional. Este cupo de plazas que se han cubierto es insuficiente, puesto que tenemos varias jubilaciones pendientes. Por lo tanto, seguimos sin cumplir la ratio que es uno 1,5 agentes por cada 1.000 habitantes.

Cubrir las bajas es complicado, porque desde que sale la convocatoria y hasta que toman posesión pueden pasar un par de años. Lo bueno que tenemos aquí es la Escuela de Seguridad Pública que facilita mucho las cosas. Aún así estamos en números negativos en cuanto a policías locales.

—La Escuela es un activo muy importante para la ciudad.

—Así es. En este sentido, he de decir que todos los alcaldes han apostado por ella hasta tal punto de que, hoy en día, somos un referente de formación, conocimiento y perfeccionamiento en las materias que afectan a nuestros servicios. Para mí, es un orgullo poder ser copartícipe de su desarrollo como director de área. Debemos valorar mucho lo que tenemos.

—La Policía Local se ha ido adaptado a los tiempos y abarca más competencias que simplemente regular el tráfico. ¿Cree que la percepción que tiene la ciudadanía también ha cambiado?

—Considero que sí. El Cuerpo ha sufrido una transformación increíble. Además, de un tiempo a esta parte, trabajamos con nuevas tecnologías. Por ejemplo, los centros de control de tráfico están digitalizados y han llegado para quedarse. Son una ayuda tremenda para la seguridad vial. Para nosotros disponer de estos medios, supondrá un cambio brutal. Le puedo decir que en cuanto a personal podemos sufrir un déficit, pero en medios estamos a la altura de las mejores policías de Andalucía. Estamos en plena transformación.

—¿La Zona de Bajas Emisiones es un quebradero de cabeza para usted?

—No lo es y lo veremos con el tiempo. Se trata realmente de un desarrollo y modernización de la ciudad. Quizá ahora todo es algo confuso para el ciudadano, pero sé que el Ayuntamiento está trabajando para que la información llegue depurada y la gente sepa lo que es una Zona de Bajas Emisiones. Hemos visto como se trabaja en otras ciudades similares a Linares y de mayor población y a todas las está costando y han tenido que introducir modificaciones. No es un asunto fácil y conlleva, como es lógico, ciertos problemas porque hablamos de un cambio en la estructura del municipio.

—¿Cómo estamos de puntos negros en la circulación?

—Por desgracia, tenemos puntos negros en el tráfico. Nos gustaría no tenerlos y llegar a todos los barrios, pero, de momento, no es posible. En cualquier caso, hemos mejorado muchísimo en este sentido.

—¿Los patinetes eléctricos son un problema?

—Son un problema en la medida de que los usuarios no se conciencien de que conducen un vehículo. En esta línea, estamos dando charlas en los colegios y en los institutos para que sepan que llevan entre manos y sean responsables. Es un vehículo que se ha incorporado a la circulación y como tal debemos estar preparados para su gestión. Está regulado y existen sanciones para quienes hacen un mal uso del patinete.

—Uno de los proyectos más importantes con vistas al futuro es el traslado a una nueva sede. ¿Cómo lo ve?

—Lo veo bien en tanto en cuanto se va a dotar a la Policía Local de una infraestructuras muy necesarias para el desempeño correcto de sus funciones. Además, dispondremos de un espacio para la Espli y de dependencias para las distintas unidades que componen el Cuerpo. No olvide de que tenemos un servicio de atención y protección a la mujer, así como la Patrulla Verde y otros grupos que necesitan sus espacios propio.

La nueva Jefatura nos dará también independencia, pero mi deseo es ir un poco más allá y potenciar la Policía de Barrio. Es un servicio que nos demandan los ciudadanos y en el que tenemos que seguir trabajando. Por el momento, solo tenemos la sede de Arrayanes y presencia en el mercado de abastos.

—Y la Estación Linares-Baeza.

—Es un punto muy importante de Linares, al que estamos prestando toda la atención posible. Sabe su alcalde que me tiene a su entera disposición y siempre que puedo me reúno con él para abordar la situación de la Estación.

Antonio Sanz, José Pereira y Mariola Aranda a la conclusión de la entrega de medallas y reconocimientos a policías locales de Andalucía.

—En todo este tiempo en Linares, ¿cuál ha sido el trago más amargo?

—Obviamente hay cosas que te marcan. Por ejemplo, la muerte del bebé en la calle Aurea Galindo fue muy duro, al igual que otros sucesos en el que se han visto implicados menores. Como padre, lo siento mucho.

—¿Linares es una ciudad segura?

—Lo es, gracias, en buena medida, a la colaboración ciudadana y a la coordinación con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de Bomberos y Protección Civil. La conexión entre todos es buenísima y esto hace que la reacción sea más rápida y eficaz.

—Ha pasado el Día Internacional de la Mujer. ¿Cree que deben incorporarse más mujeres al Cuerpo en Linares?

—No le quepa la menor duda. Este proceso reviste una importancia significativa en el marco de la lucha por la igualdad real, dado que se trata de un ámbito especialmente sensible y relevante. Los avances son innegables, si bien nos queda mucho camino por recorrer.

Fotos: Javier Esturillo y Ayuntamiento de Linares

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