Había ganas, muchas ganas. Dos años sin abrazar a la Virgen de la Encina es demasiado tiempo. Una eternidad. Pero, por fin, la normalidad se ha impuesto y los bañuscos han podido caminar al lado de su patrona en un domingo cargado de emociones, luz y color.
Desde primeras horas de la mañana y, después de un sábado por todo lo alto, las calles de uno de los Pueblos Más Bonitos de España eran un hervidero. Romeros ataviados con sus mejores galas, listos para emprender la peregrinación hacia la ermita, punto neurálgico de esta tradición que se remonta a tiempo inmemoriales y que en este 2022 reunión a cientos de personas. Mujeres y hombres conforman una comitiva espectacular desde la iglesia de San Mateo hasta San Marcos, en la que se van turnando para portar a la reina de Baños.
El alcalde, Antonio las Heras, acompañó a sus vecinos en un día en el que no faltó las salves y vivas a la Virgen de la Encina, como tampoco la alegría y buenas viandas. También participaron en la romería miembros de la Corporación Municipal y numerosos visitantes que llamados por la curiosidad quisieron sumarse a la fiesta.
La patrona estuvo muy bien arropada en el marco de un escenario incomparable, donde familiares y amigos comparten un menú típicamente campero en sintonía con un municipio que destaca por su hospitalidad.
La romería forma parte de las fiestas de los patronos que finalizan hoy después de cuatro intensas jornadas repletas de actividades de ocio y cultos religiosos. El buen ambiente y la alta participación están siendo las nota dominantes. Baños, como no podía ser de otra forma, se ha volcado con Jesús del Llano y la Virgen de la Encina en una devoción que va más allá de las fronteras del pueblo.
La programación de este lunes se completa con una comida en la caseta municipal, en la que habrá música en directo de la mano de Memory Band y el dúo La blanca y el negro. La noche estará dedicada a los mayores de la localidad, con la actuación de Marianico el corto y de Cristina Romera e Ismael Rodríguez, con la banda de Fran Rivero, para cerrar con los tradicionales fuegos artificiales.
