Daniela tocó la campana y se acabó. Esta linarense de siete años estrenó en el Hospital Universitario de Jaén el simbólico gesto que se repite en muchos centros hospitalarios del mundo cuando un niño, niña o adolescente termina su tratamiento y se da por superado el cáncer.
Daniela Pérez Martínez tiene una sonrisa cautivadora y unos ojos llenos vida. Hace un par de años le diagnosticaron leucemia. Fue un 20 de abril, cuando sus padres, Miguel y Lola, recibieron el resultado de las pruebas que confirmaban la enfermedad. Desde ese momento, la pequeña natural de Linares no ha parado de luchar, con el firme, enconado y maravilloso apoyo de toda su familia y amigos.
Este martes, Daniela irradiaba felicidad en el Jardín de los Sueños de ALES. No era demasiado consciente de la importancia del acto, pues ella sabía, desde el primer día, que le ganaría la batalla al cáncer, porque es una «luchadora nata», destaca su padre Miguel con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
Tanto es así que su historia sirvió de inspiración a Tino Valero, maestro de Educación Primaria, para escribir el cuento ‘Rita la margarita’ (Aliar Ediciones), un canto a la vida, la ilusión y, sobre todo, la resiliencia.

Daniela y Victoria dos ejemplos de superación
Junto con Daniela estuvo Victoria, otra niña que, después de tratamientos, pinchazos, aislamiento y muchas preguntas sin respuesta, ha logrado vencer a la enfermedad. Para ellas, sus seres queridos y los equipos médicos que les han acompañado en todo el proceso de recuperación fue, quizá, uno de los días más felices de los últimos años. También para ALES, el colectivo que ha logrado poner al cáncer infantil en la agenda de los políticos y de los medios de comunicación para darle la visibilidad que merece.
Tratamientos largos que exigen muchas estancias hospitalarias les apartan de su vida habitual. «Todo cambia de golpe», señala el padre de Daniela. «No pueden ir al cole ni ver a sus amigos todos los días ni disfrutar de aquello que les gusta», añade.
Una de las cosas que más les ha ayudado ha sido el consejo de que mantuvieran la normalidad, porque si la hija los veía preocupados ella se iba a preocupar. Por eso, tanto Miguel como Lola han tratado de que su pequeña no dejara de creer en todo aquello que le ilusiona. También es determinante la interacción con otras familias que están pasando por el mismo trance.

La puerta a una nueva vida
Con motivo de la presentación oficial de esta acción, la delegada territorial de Salud y Consumo, Elena González, visitó el centro hospitalario, acompañada por la directora gerente del Hospital Universitario de Jaén, María Belén Martínez, y el presidente de ALES, Óscar Moriana.
“Este gesto marca el final del tratamiento y abre la puerta a una vida nueva, llena de esperanza y de recuperación. Cada sonido de esta campana traerá consigo un mensaje de felicidad para nuestros pequeños guerreros y sus seres queridos”, señaló Elena González, destacando el carácter profundamente humano de esta propuesta.
La acción, según informa la Junta en una nota, se enmarca dentro del Plan de Humanización del Hospital Universitario de Jaén, que persigue hacer más cercano y esperanzador el proceso hospitalario. “Queremos que cada niño y su familia recuerden que no están solos, que detrás de cada paso hay una comunidad apoyándolos”, afirmó el presidente de ALES, mientras que María Belén Martínez añadió que cuando esta campana suena, se hace visible la alegría compartida por todo el equipo pediátrico y por los profesionales de nuestro hospital, «testigos del coraje de cada paciente y del esfuerzo colectivo que nos convierte en un centro de referencia en la provincia”.