María Auxiliadora del Olmo Ruiz (Linares, 1966) llega al ecuador del mandato «muy orgullosa» del trabajo realizado hasta ahora por su equipo de Gobierno y convencida de que «lo mejor está por llegar». En estos dos años como alcaldesa de la ciudad que le vio nacer, ha mantenido ese perfil político de persona moderada, que no da una voz más alta que otra, aunque se le ponga en aprietos.
Se mueve en ese espacio intermedio sin perder el equilibrio gracias a una extraña, y muy lúcida, mezcla de perspicacia para captar lo universal, y de sencillez para trasladarlo a lo particular. No obstante, es consciente de que en estos dos años que quedan por delante se juega mucho, porque aún le quedan por rematar proyectos de enorme calado, como el rebautizado Parque Científico Tecnológico del Transporte Santana y la ansiada reforma del Estadio Municipal de Linarejos.
Del Olmo hace balance de sus dos primeros años al frente del Ayuntamiento, de los desafíos a los que se enfrenta la ciudad y de los retos del Partido Popular con vistas al futuro en una entrevista para El Nuevo Observador en la que también responde a las últimas polémicas, como la implantación del Grado de Ingeniería Biomédica en el Campus de Linares.
—¿Cómo se encuentra en el ecuador del mandato?
—La verdad es que me siento bastante bien, contenta, feliz, porque pienso que estamos haciendo una buena gestión. Esto no significa que tengamos que mejorar en muchas cosas, como es lógico. En líneas generales, el balance de estos dos años es positivo.
—Imagino que después de anunciar esta la llegada de una nueva empresa a la ciudad, una se levanta más contento.
—Así es, porque, desde que asumimos la responsabilidad de dirigir el Ayuntamiento, nuestra prioridad ha sido, en todo momento, poner a funcionar la ciudad desde el punto de vista económico y de la creación de empleo dada la situación de desencanto en la que se encontraba sumida. Para lograr este objetivo, era esencial reactivar el Parque Empresarial Santana, después de que el Plan Linares Futuro no cumpliera las expectativas creadas por la Junta de Andalucía, gobernada en aquel entonces por el PSOE. No se hizo absolutamente nada y eso llevo a Linares a una depresión profunda de la que, por suerte, está saliendo.
Hemos transformado esa enorme decepción en esperanza, gracias, por supuesto, a la colaboración del Gobierno de Juanma Moreno, que ha puesto mucho de su parte para cumplir una de las demandas más grandes que teníamos, como era gestionar esas instalaciones. No solo lo estamos gestionando, sino que, además, hemos encontrado el respaldo económico de la Junta para poder acometer su puesta a punto, con una inversión cercada a los dieciséis millones de euros de fondos autonómicos. Este dinero nos está sirviendo para rehabilitar naves y la creación de nuevos equipamientos.
—Hacía casi 20 años que no coincidían en la misma semana un ministro y el presidente de la Junta en Santana. Eso bueno para Linares, que las dos principales administraciones del país se presenten aquí para ayudar. Al menos, así lo entiende una buena parte de la ciudadanía.
—Es necesario dejar claro que, como alcaldesa, he llamado a las puertas de todas las administraciones. Es verdad que la primera en tender la mano y salir en nuestro auxilio fue la Junta de Andalucía. Eso es algo indiscutible. Ya nos hubiera gustado a los linarenses que desde el 2011 nos hubieran ayudado como ahora. Han pasado muchos gobiernos socialistas hasta 2023 sin que se haya visto un compromiso firme y real con la ciudad. Han tenido muchos años para poner en marcha Santana y no lo hicieron. Ojalá que mi predecesor se hubieran movido de la manera que lo hemos hecho nosotros para lograr estas inversiones, pero no fue así.
No es honesto, desde mi punto de vista, intentar atribuirse éxitos que no son de uno. Decir que las empresas que están apostando por Santana son fruto del trabajo del Gobierno central es faltar a la verdad y no es justo. Si hablamos de Desay, por ejemplo, conviene recordar que fuimos nosotros, junto con la Junta, los que firmamos el convenio para que se implantaran en la ciudad. En ese acuerdo no intervino para nada el Gobierno de España. A partir de ese instante, se iniciaron los trámites para la demolición de la nave y facilitar su llegada. Así, en diciembre del pasado año firmamos el acuerdo de arrendamiento, por lo que era una realidad mucho antes de que el Ministerio de Industria le concediera una ayuda a través de los PERTE, que son de ámbito estatal. Nuestra labor fue poner en contacto a las administraciones e informar a Desay de la posibilidad de acceder a ella.
Por eso es bueno que los linarenses sepan que detrás de este proyecto hubo un intensísimo trabajo por parte del Ayuntamiento y, en particular, por el área que dirige Raúl Caro-Accino, además del propio presidente de la Junta, que se reunió en Sevilla con responsables de esta multinacional y de Coronet. En consecuencia, me parece una falta de respeto que Javier Perales dijera que este iniciativa era una «cuento chino». El tiempo ha puesto a cada uno en su sitio. Sin la complicidad de muchas entidades, entre ellas el Campus Universitario o el Cetemet, Desay, a lo mejor, no estaría aquí.
En cualquier caso, tengo claro que la obligación de todas las administraciones es colaborar juntas desde el respeto institucional, pero no acepto que se diga que esas empresas vienen gracias al Gobierno de España, porque no es cierto.
—Lo escuchó de labios del subdelegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández. ¿Por qué no le llamó la atención?
—Lo dijo, aunque sabe perfectamente que no es verdad. No pienso entrar en una discusión que no conduce a nada en tanto los linarenses saben perfectamente qué ha hecho cada uno. Los documentos y la hemeroteca están ahí para que se consulte y se sepa realmente cómo han sucedido los acontecimientos. Nadie puede negar a estas alturas el esfuerzo, la dedicación y el trabajo que está realizando este equipo de Gobierno para que Linares vuelva a ser un lugar atractivo para invertir. Y bienvenidas sean todas las ayudas, independientemente de la siglas políticas.
—La creación del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (Cetedex) en Jaén, algo estará influyendo.
—No creo que la empresas de automoción estén aquí por el Cetedex. Que tenga alguna relación con compañías vinculadas a la defensa, no lo discuto, pero también es necesario recordar que el Cetedex todavía no está funcionando. En cambio, sí es una realidad, con hechos palpables, las empresas que ya han cerrado su llegada a Linares.
En este sentido, Escribano no es algo que saliera de la noche a la mañana. Hubo un trabajo previo en el que participó directamente el Ayuntamiento. Quien ha tenido las reuniones con esta empresa hemos sido nosotros, que hemos abonado el terreno para facilitar su presencia en Santana. Nuestro trabajo no es otro que poner una alfombra azul a toda aquella empresa que quiera apostar por Linares.

—Entiendo que sigue trabajando para la llegada de más inversores.
—Así es. Que no le quepa duda de que seguimos negociando y habrá más buenas noticias para Linares. Se anunciarán a su debido tiempo y cuando sean una realidad. Los linarenses están cansados de promesas y lo que quieren ver son hechos. Esa es la filosofía de trabajo de este equipo de Gobierno y así vamos a continuar. No vamos a anunciar nada que no sea verdad. Eso lo tengo clarísimo. Sin ir más lejos, el acuerdo con Rockwell lo podíamos haber hecho público en el mes de enero, pero quisimos tenerlo todo atado. Lo mismo ocurrió con la adquisición del polvorín de Vadollano por parte de la Fábrica de Municiones Granada (FMG). Ni se imagina el trabajo transversal que se realiza en este Ayuntamiento para cerrar acuerdos. Luego lo que cada Administración aporte es otra cosa. Lo nuestro es gestionar y poner puentes de plata a las empresas.
—Tengo entendido que el traslado de Compin Fainsa a Santana está en stand by. ¿Qué me puede decir de este asunto?
—Desde Barcelona nos han dicho que el traslado a Santana no es inminente. No obstante, seguimos en contacto con ellos para garantizar la ampliación de sus instalaciones en Linares.
—Linares necesita suelo industrial, pero para ello es imprescindible disponer de un PGOU actualizado. ¿Confía en qué en este mandato habrá una revisión del documento para, de este modo, cubrir las necesidades urbanísticas de la ciudad?
—Esa es nuestra intención y en ello trabaja el departamento de Urbanismo. Es el momento de disponer de esta herramienta. Como usted bien sabe no es una cuestión sencilla, puesto que requiere de unos trámites muy largos, en los que participan otras administraciones, como la Junta. Le puedo avanzar que se están barajando distintas localizaciones para disponer de más suelo industrial.
—Quiero que me saque de ciertas dudas en relación con el padrón municipal. Si la natalidad baja, ¿de dónde sale esa subida de población? Según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), está circunstancia se debe a la llegada de migrantes.
—No les pregunto su lugar de origen. Lo único cierto es que crecemos en población. Todo aquel que viene aquí, es bienvenido, sobre todo si lo hace por trabajo y para aportar a nuestro crecimiento. Para nosotros, que suba la población es muy positivo, después de muchísimos años de bajadas. Creo que es un buen síntoma que debemos celebrar.
—¿Por qué esperó una semana para publicar el comunicado sobre el Grado de Ingeniería Biomédica?
—No es así como lo cuenta. Me han preguntado por ello distintos medios de comunicación y he respondido lo mismo: vamos de la mano con la Universidad para que se implante cuanto antes. He estado en contacto desde el minuto uno con el rector y me reuní en Sevilla con el consejero. Le puedo asegurar que vamos a luchar para que esta titulación se imparta en nuestro Campus.
Estoy haciendo el trabajo que me corresponde, y le aseguro que no estamos quietos. Esta alcaldesa va siempre de la mano de Linares en sus demandas y en sus reivindicaciones. Cuantos más grados vengan a la Universidad, mejor para nosotros, de eso puede estar seguro. Lo que le estoy diciendo a usted, se lo transmití al consejero José Carlos Gómez Villamandos, quien está teniendo una especial sensibilidad con nuestra universidad, con la implantación, por ejemplo, de Medicina, Y lo digo, porque lejos de perder carreras estamos ganando. Solo basta con echar la vista atrás y recordar cuando nos quedamos sin Trabajo Social. Aquí nos sublevamos todos, con Juan Fernández a la cabeza, para que la ciudad no perdiera estudios universitarios.
En este caso, estoy haciendo mi trabajo que no es otro que hablar con las partes implicadas. Lo fácil es polemizar, criticar y embarrarlo todo. Creo que el PSOE se lo debe hacer mirar y ser más constructivo. No todo vale en política y menos acusar a este equipo de Gobierno de no trabajar por su ciudad. Por ahí, no paso.
—¿Pero no estaba la cosa más relajada con el PSOE desde que le llamó su portavoz, Javier Perales?
—No es exactamente así. Me llamó por teléfono, pero no le pude atender porque estaba en El Ejido en una reunión de la FAMP. Le dije, mediante un mensaje, que después lo llamaría, puesto que quería reunirse conmigo por el cambio en la portavocía de su grupo y su asistencia a la Junta Local de Gobierno. En otro mensaje de Whatsapp, le propuse quedár para un día e, incluso, cambié la hora para adaptarme a su agenda. Cuando nos vimos en persona, le comenté la necesidad de rebajar el tono en los plenos, al igual de solicitarle una oposición más constructiva. Creo que no lo han mantenido, pero allá cada cual con sus actitudes.

—En un momento crucial como en el que se encuentra Linares, lo lógico es que todos remen hacia el mismo lado.
—Lo he dicho siempre y así se lo he transmitido a a la oposición. Mi relación con Alberto Gragera (Vox). Laura Cerezuela (Izquierda Unida) y con Paqui Díez, tanto de portavoz del PSOE como de concejal, es bastante buena. En el caso de Laura la comunicación es muy fluida y con ella se puede hablar perfectamente. Es más, muchas veces me avisa de cosas que nosotros no hemos visto para corregirlas. Lo mismo sucede con Alberto y con Paqui Díez. Confío en que Javier Perales siga por ese camino, por el bien de la ciudad.
—La situación del comercio preocupa y mucho. ¿Tiene un plan para este sector?
—Es un sector muy importante para esta ciudad y procuro estar en todas las reuniones que tienen que ver con él. Sin ir más lejos, me senté con los comerciantes de las 8 Puertas para hablar sobre la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y las restricciones de tráfico para ese punto en concreto, que incluye la Corredera de San Marcos. Una cosa no tiene que ver con la otra. El problema está en que o no lo hemos comunicado bien o se está malinterpretando.
La ZBE es algo que se irá implementando con el tiempo. En este momento, lo único que hay son tramos restringidos a la circulación, pero por la calle Canalejas se puede pasar sin problemas. Asimismo, estamos trabajando en un plan de tráfico que incluirá una serie de cambios que beneficiarán al peatón para que pueda ir a comprar sin problemas. Lo vemos en otras ciudades. No es algo exclusivo de Linares. Lo que queremos es hacer una ciudad más amable para todos. En este sentido, seremos lo más transparentes posibles a la hora de comunicar la reorganización del tráfico para que todo el mundo esté al tanto y bien informado.
—¿Cómo va la expropiación de los terrenos de la Ciudad Deportiva?
—Estamos en pleno proceso. Es bueno que sepan los ciudadanos que no es nada sencillo. Basta con ver lo que nos ha costado expropiar la casa de la calle Debla para continuar con el vial del arroyo Periquito Melchor. Son asuntos urbanísticos de una enorme complejidad. Nuestra intención es que esté expropiados antes de que acabe este mandato.
—¿Qué ocurre con la reforma del Estadio de Linarejos? ¿A qué se debe tanto retraso?
—El otro día dimos una rueda de prensa en la que explicamos todos los detalles y los contratiempos a los que nos hemos enfrentado. Estamos encima de las obras y si detectamos que no va cómo debería, actuamos. Lo hicimos con la dirección facultativa y lo estamos haciendo ahora con la empresa constructora, con la que nos reunimos en Madrid para aclarar una serie de cuestiones y de dudas, entre ellas varias técnicas. A partir de ahora, veremos más agilidad y el campo se hará tal y como está previsto. Los linarenses y los aficionados azulillos pueden estar muy tranquilos.
—Dentro de un tiempo no muy lejano tienen congreso local del PP. ¿Quiere presidir el partido?
—Haré lo que decidan el presidente provincial y el presidente regional del partido. Estoy a su disposición. No necesito ser presidenta del PP para trabajar por Linares. Tanto Mariola Aranda -la actual presidenta- como yo, haremos lo que diga el partido, si bien es cierto que mi cabeza está ahora mismo en sacar adelante los proyectos que tenemos en marcha para el bienestar de los linarenses.
—¿Y sobre su reelección como cabeza de lista?
—(Sonríe) También está en manos de la dirección del partido, pero ya que he sido la primera alcaldesa en la historia de la ciudad lo suyo sería continuar por esta buena senda que iniciamos en 2023.
Lo que le gusta una cámara…
Bromas aparte, que siga trabajando ella y el resto de políticos del ayuntamineto por más oportunidades en Linares y en el resto de la provincia. Esa debe ser la línea a seguir por TODOS, para que los jóvenes y no tan jóvenes puedan vivir y trabajar dignamente en su tierra.