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Juan Abad Beltrán

Justicia poética

Se va Noelia de la política. Ya sólo por este motivo demuestra originalidad, porque tantísimos compañeros suyos de Ciudadanos, cuando han decidido irse, se han ido Ciudadanos pero no de la política.

He tenido pocas oportunidades de trato personal con ella, pero sé que le tengo afecto porque ya se lo tenía a su familia desde hace mucho tiempo. Esto del cariño cumple la propiedad transitiva de la matemática: si A se relaciona con B y B con C, A y C ya sabéis. Yo creo en la transitiva y en los viernes.

Dicen que Noelia tiene carácter y pareciera que esa característica debiera ser justificada y explicada como una anomalía de conducta. Es por ese machismo estereotipado, tenue, que subyace, que se asoma por la mirilla, que explica que hay cualidades inherentes a cada género y que las mujeres y los hombres deben ser algo, además, de que puedan ser algo.

Me explico: un hombre, según las convenciones sociales, debe ser valiente y una mujer puede ser valiente, faltaría más, pero no debe, no está obligada. Sin embargo, la mujer debe ser sensible y el hombre puede serlo, pero no hay obligación.

No, no hay ningún problema en que Noelia tenga firmeza de carácter. Todo lo contrario. Es trabajadora, tiene la cabeza bien amueblada; en fin, responde a esos tópicos que por el hecho de serlo no dejan de ser verdad a veces, como en su caso.

Tiene madera de, no digo que es una política de raza porque de qué raza; exhibe potencialidades para sobresalir entre las hostilidades del mundo político, aunque tuviera decidido estar aquí «solo un rato».

El propio alcalde, en la despedida, resaltó la positividad de sus logros en su ámbito de competencias. Capacidad, seguro que la tiene.

En el ideario político ya me alejo de ella. Me extraña que le tenga esa fobia al socialismo, en general; no a los socialistas que, presuntamente, han hundido Linares y Andalucía, sino al socialismo cósmico.

Es ferviente neoliberal, admiradora de la Thatcher, que decía aquello de: «El peor enemigo del socialismo no es el capitalismo. Es la realidad». Yo les diría a Margaret y a Noelia que todo lo que nos contaban del socialismo quizás era mentira, pero que lo que nos afirmaban del capitalismo, desgraciadamente, era verdad.

Defensora a ultranza de lo privado, ese que en cuanto hay problemas recurre a lo público que desprecia; también del emprendimiento como maná laboral. El emprendedor es de facto, en esta sociedad de la precariedad y la desigualdad, ese nuevo proletario que ha de sobrevivir, a lo Robinson Crusoe, en la selva del mercado laboral sin sindicatos ni convenios colectivos que lo amparen. Lo dicho, la revolución neoliberal.

Le he detectado otro fallo importante: lo tiene todo demasiado claro. Recuerdo a un buen profesor mío que nos decía al final de la clase: «espero que todo haya quedado lo suficientemente confuso».

Parece ser que ella ha sido el artífice, según el alcalde también, de ese súper proyecto del Nuevo Linarejos. Aunque pueda ser una opinión antipopular, creo que un súper estadio de futbol en Linares es algo contingente, nunca necesario: una minimegalomanía; vamos a dejarlo en un bonito súper gasto superfluo.

El barrio aquel, salvo quizás la gasolinera, no necesita ninguna regeneración puesto que no está degenerado. Quizás los vecinos pidan más pero aquello está decente; hace poco tiempo se le dio una vuelta a los acerados y demás. Entonces desubicas un óptimo espacio deportivo para instalar un bulevar de los sueños rotos teniendo al lado el auténtico: el Paseo de Linarejos. Si cruzas la carretera ya es otra historia porque los activos de Santana están aún muy pasivos.

En lo referente al estadio, el propio presidente del Linares Deportivo fue delatado por su subconsciente en la presentación del proyecto cuando se le escapo la frase: «tenemos un maravilloso estadio, perdón, un maravilloso campo…» y se hacen la foto oficial en un soleado día donde se observa un césped en perfectas condiciones y unas gradas de preferencia con los asientos nuevos.

A lo mejor con unos X00.000 euros se puede mejorar la zona de tribuna, vestuarios y cabinas de prensa. Y se queda una Instalación acorde con las expectativas deportivas de un equipo que me temo ha tocado techo: la Primera RFEF. Los “Villareal” suelen ser excepciones a la regla. Y ese dineral para otras necesidades más primarias. Juan, ¡ya estás con la demagogia! Bueno vale, son apreciaciones mías hechas desde la distancia y la ignorancia en este tema.

Noelia es compleja, lo digo como halago. Inteligente, elocuente, leal, un poco teatral, máster en paralización de mociones de censura, con cierto maquiavelismo, en el sentido de que el fin, la salvación de la ciudad, justifica los medios, vapulear, metafóricamente, a un farmacéutico; enemiga de sus enemigos; partidaria de los presupuestos olímpicos, esos que se hacen cada cuatro años; incapaz de pasar desapercibida, por la vida.

Se va a lo heroico como Adolfo Suárez (el listo, no el Yllana) cuando ya las palabras son solo paroles, paroles.

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