Nadie duda a estas alturas que la cuenca minera de Linares-La Carolina es una de las más singulares no solo de la península, sino de toda Europa. Hasta tal punto de que en 2006, inicio su carrera hacia la nominación por parte de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Una aspiración más que justificada, a pesar de que este inmenso patrimonio industrial y minero ha estado expuesto al expolio y al deterioro del paso del tiempo.
Del 20 al 27 de mayo, Colectivo Arrayanes, la organización que más lucha por su preservación. divulgación y proyección, impartirá sendas ponencias en el marco de la Conferencia Internacional sobre Patrimonio Minero que se celebrará en la Mina de Sal de Wielicka, que está declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco y que se ubica en el área metropolitana de Cracovia (Polonia).
Miembros de Colectivo Arrayanes se reunieron con el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, para abordar su presencia en este congreso, además de otros asuntos relacionados con el distrito. Estuvieron acompañados de la teniente de alcalde, Paqui Díez, quien defendió la firme apuesta del equipo de Gobierno por salvaguardar este patrimonio.
Colectivo Arrayanes hablará en Polonia del paisaje cultural minero de Linares y a la puesta en valor del socavón de desagüe de las minas linarenses, según ha detallado la institución provincial en un comunicado.
La participación del Proyecto Arrayanes en esta conferencia está dirigida también al establecimiento de colaboraciones entre este colectivo y la Red Europea de Patrimonio Industrial (ERIH), con el objetivo de dar a conocer el distrito minero de Linares-La Carolina y que éste pueda formar parte de esta ruta cultural que enlaza distintos puntos de la historia industrial del continente europeo.
Un paisaje único
La actividad minera en la comarca norte de Jaén, en el entorno de Sierra Morena, tiene una antigüedad de 4.000 años. Se han documentado yacimientos de la Edad del Bronce para la extracción de este metal (como el de Peñalosa en Baños de la Encina) y otros de plata y plomo ya en época de los romanos y cartagineses.
En el siglo XIX, el distrito minero Linares-La Carolina se convirtió en el mayor productor mundial de plomo. Los vestigios de esta actividad floreciente alcanzaron su máximo esplendor a principios del siglo pasado y desaparecieron en la década de los años ochenta coincidiendo con el declive del plomo y su sustitución por otros minerales.
