La actividad misionera de la Iglesia católica desde sus orígenes tiene una connotación fundamental: “Id por todo el mundo…», tal y como encargó Jesús hizo a los discípulos.
Lo que fueron unos inicios aparentemente insignificantes ha alcanzado resonancia en toda la humanidad, sin fronteras geográficas ni limitaciones humanas y sociales. Su dimensión universal se refiere tanto a sus protagonistas en la acción, como a los destinatarios del mensaje y, por supuesto, a los recursos para la difusión.
Esa peregrinación para sembrar el mensaje de Cristo va acompañada de la ayuda a los más necesitados, a los olvidados, a los invisibles, a los que pasan hambre… De esa labor se encarga desde hace más de seis décadas Manos Unidas. Una organización católica presente en más de 50 países de África, Asia y América en los que desarrolla todo tipo de proyectos contra la pobreza, la malnutrición, la enfermedad, la falta de instrucción, el subdesarrollo y contra sus causas.
Su trabajo no siempre es conocido por el público y de ahí la importancia de la jornada que se celebró esta semana en Baños de la Encina, donde misioneros, religiosos y responsables de la oenegé trasladaron a los vecinos y a los más jóvenes del pueblo su labor en los territorios más desfavorecidos del planeta.
Fue a través de testimonios interesantísimos en los que los asistentes pudieron acercarse a la ayuda -espiritual y profesional- que estos voluntarios prestan en las escuelas, orfanatos u hospitales, entre larga lista de servicios.
Una de las encargadas de hablar sobre el trabajo que desarrolla en países subdesarrollados fue la hermana misionera Justina Banda, natural de Zimbabue. Su relato, cargado de dureza, en ocasiones, abrió el corazón a la solidaridad de todas las personas que participaron en el acto.
La presidenta de Manos Unidas en la Diócesis de Jaén, Lola González, explicó las iniciativas que la organización tiene en marcha en zonas como Camboya, India y El Salvador. Su hijo, Joaquín, también misionero, describió el trabajo que realiza en Honduras con un lenguaje muy didáctico que enamoró a los participantes en esta cita, a la que asistieron el párroco de Baños, Luis Juan Gallardo; el delegado parroquial de la localidad, Juan Carlos Muñoz, y las concejales del Partido Popular en el Consistorio bañusco, Ana Serna, Ana Ventura y Ana Cantarero.
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