El amor a unos colores se hace de vínculos emocionales difícilmente explicables mediante la razón. Es la historia de Rosa y Carmen, de Ángel Eusebio y Lucía, de María y Antonio. Sus nombres pertenecen a entrenadores, jugadoras y padres del CAB Linares. Una familia sería incapaz de entenderse a sí misma sin el baloncesto.
Este fin de semana ha celebrado el fin de curso con una jornada de convivencia en la que han participado todos los que tienen vinculación con el club, incluidos los patrocinadores. Se citaron en el pabellón del Parque Deportivo La Garza, donde hicieron los que más les gusta: jugar al baloncesto.
También hubo tiempo para la risas, las anécdotas, alguna que otra lágrima de despedida y el reconocimiento a los que han hecho posible que el CAB Linares siga siendo una de las entidades deportivas de referencia en la ciudad y en la provincia.
«La temporada 22/23 ha supuesto un avance notorio en número de deportistas y resultados deportivos y que nos va permitiendo recuperar lo perdido en tiempos de pandemia», dicen desde el club, que este año ha formalizado su fusión con el CB Linares.
El CAB Linares no para de proporcionar alegrías al deporte linarense con participaciones en el Campeonato de Andalucía y jugadores en las distintas selecciones provinciales. El próximo año anuncian: «Más y mejor».
Fotos: CAB Linares
