El Linares puede sellar este miércoles, a partir de las siete de la tarde, la permanencia en Primera RFEF y plantearse otros objetivos hasta final de curso. Para ello necesita ganar al Betis Deportivo, colista del Grupo II, en el Municipal de Linarejos en el último partido aplazado que le queda.
Una bala que no debe desaprovechar para confirmar su extraordinario momento de forma y su capacidad para progresar en una categoría extremadamente igualada. No en vano, si vence este Miércoles Santo se situaría con 45 puntos en la tabla, siete por encima del descenso y a solo dos de la promoción de ascenso a la Liga SmartBank. De ahí, la trascendencia del encuentro frente al filial bético, correspondiente a la jornada 28 que fue pospuesto en su día por casos de Covid en el equipo visitante.
El Linares llega a la cita con la mejor racha de resultados de la temporada: seis jornadas sin conocer la derrota, con cuatro triunfos y dos empates, 14 puntos de 18 posibles. Sin duda, unos números que invitan a la grada de Linarejos a soñar con algo más que la salvación.
La plantilla es consciente de ello y, por tal motivo, se espera a un equipo con el mismo nivel de intensidad que mostró el pasado domingo frente al Costra Brava Llagostera (2-0). Todo apunta a que Alberto González recurrirá a las rotaciones para oxigenar el once, pensando en la salida del sábado al campo del Villarreal B, uno de los favoritos al salto de categoría.
Por su parte, el Betis Deportivo afronta el duelo anclado en la última posición y sin opciones de permanencia. Pero un filial, como dicta la historia del fútbol, es imprevisible, lo que lo hace aún más peligroso. El técnico azulillo ya se lo ha advertido a los profesionales para que no se relajen lo más mínimo. Se espera, por otro lado, que la afición responsa y acuda al estadio, a pesar de estar en plena celebración de la Semana Santa.
