Hacía tiempo que la alcaldesa, Auxi del Olmo, sopesaba la posibilidad de introducir cambios en su Gobierno. Ha esperado al primer año de mandato para anunciar la reorganización de las áreas municipales. No es profunda, pero si de calado.
José Luis Roldán, hasta ahora relegado a un segundo plano, ve colmadas sus expectativas y su fidelidad al partido y a la regidora con una nueva responsabilidad, el departamento de Hacienda, del que se desprende Antonio Garrido de Toro, que asume, a partir de ahora, la cartera de Servicios, en manos de su sucesor.
Garrido de Toro mantiene, por el contrario, las competencias en Urbanismo, una de las áreas con más protagonismo en los tres próximos años con el desarrollo de importantes proyectos para la ciudad. Además, una vez liberado de Hacienda, podrá centrarse en el nuevo Plan de Ordenación Urbana para acabar de una vez por todas con las modificaciones puntuales y reiteradas adaptaciones de un documento que data de 1995 y va camino de los 30 años de vigencia.
También cobra peso en el nuevo organigrama, anunciado en una escueta nota de prensa, tras firmar Del Olmo la resolución por la que se modifican las delegaciones, Miguel Ángel Rentero que se hace cargo de Obras. Una área de especial sensibilidad para el ciudadano. Entre sus cometidos, estará implementar las medidas de adecuación de los barrios. Mariola Aranda, su responsable hasta hoy, se queda solo con Patrimonio, Policía Local y Protección Civil.
Del Olmo ha querido reforzar con estos cambios la confianza de su Gabinete, en el que siguen como lugartenientes, Raúl Caro-Accino y Enrique Mendoza, que son los que llevan realmente la voz política del Ayuntamiento.
