Las Fiestas Íbero Romanas de Cástulo han dado este año un salto cualitativo hasta alcanzar la madurez plena. La décima edición ha sido un éxito rotundo de organización y de público. «Sencillamente, espectaculares. Me han dejado con la boca abierta», asegura Nicolás, vecino de Granada que ha estado este fin de semana en Linares de comunión y «ha disfrutado como un niño pequeño» de esta recreación histórica que evoca el pasado más esplendoroso de la antigua ciudad.
Lo cierto es que, a pesar de la inestabilidad meteorológica, toda la programación se ha desarrollado con normalidad. La implicación de los linarenses ha sido total, desde los comercios y hasta los centros educativos. Esta celebración se ha convertido, con el paso del tiempo, en la mayor demostración de trabajo colectivo del municipio, donde instituciones y vecinos van de la mano.
Es «imposible cuantificar» el número total de personas que ha participado en las fiestas, pero el ambiente en las calles era excepcional, con un casi lleno en todos los sitios. La «enorme y constante afluencia de visitantes» se ha podido ver desde la ceremonia inaugural.
A juicio del Ayuntamiento, «se han cumplido los dos objetivos» planteados al diseñar estas fiestas: que fueran «muy participativas», caracterizadas por la gratuidad y, por tanto, «al alcance de todo el mundo», y que «se extendieran por diversos puntos de la ciudad».
La Plaza del Ayuntamiento, el Paseo de Linarejos y el propio yacimiento de Cástulo han sido el núcleo central de los actos.
En cuanto al reto de llegar a todos los públicos, y aumentar la oferta para el público infantil, el Consistorio cree que «ha sido un acierto» el incremento de actividades para los más pequeños.
En lo que a seguridad se refiere, el primer balance de la Policía Local, Protección Civil y Bomberos confirma que las Fiestas Íbero Romanas, a pesar de la «elevadísima» participación, se han desarrollado «sin ningún incidente de gravedad».
Fotos: Ayuntamiento, Turismo Linares, Manu Ruiz, Salesianos y CEIP Marqueses
