El curso político ha comenzado en Linares quemando suela. El equipo de Gobierno, sustentado por el Partido Popular, y el PSOE mantienen un inusual mano a mano en su recorrido por los barrios de la ciudad. La alcaldesa, Auxi del Olmo, y el jefe de la oposición, Javier Perales, se ponen el mono de trabajo para conocer las demandas de la ciudad. Ciertamente, con visiones distintas de su estado.
Del Olmo considera que el diván ciudadano ‘Los martes con tu alcaldesa’ no es suficiente y, por ello, ha decidido pisar la calle fuera de los actos institucionales para escuchar a los vecinos y tomar nota de lo que necesitan. Siempre acompañada por los incansables concejales de Participación Ciudadana y de Obras, Mamen Muñoz y Michel Rentero, respectivamente, la regidora ha visitado esta semana la sede vecinal de San José, zona de marcado carácter obrero.
Allí, los representantes de los residentes le plantearon problemas relativos a la limpieza viaria, parques y zonas verdes, alcantarillado, control de palomas, tráfico y estacionamientos, así como otras actuaciones puntuales que se deben acometer por parte de la Administración local. Más o menos, las mismas peticiones de la mayoría de los linarenses.
La alcaldesa baja al ruedo en lugares donde, precisamente, su partido cojea en cada cita electoral, pues se trata de espacios abonados al rojo. Sabe que no puede confiar toda su suerte al centro, la Avenida de Andalucía o el Camino de Úbeda, donde se concentra la mayor parte de sus apoyos, y, por ello, se ha lanzado a la conquista de las zonas periféricas, donde la colaboración municipal llega con cuentagotas. De hecho, su abandono es más que palpable.
Perales lo tiene más fácil en ese sentido. Sabe que está en territorio amigo. No solo porque lo dicen las urnas, sino porque, además, lleva años recorriendo estos lugares, ya fuera como secretario general del PSOE, alcalde o portavoz. Sin embargo, tampoco está para tirar cohetes en tanto en cuanto su popularidad no se encuentra precisamente en su mejor momento.
Esta semana ha estado en La Vega de Santa María, donde compartió impresiones y supo de primera mano las inquietudes y necesidades de vecinos y vecinas. Su objetivo con estas visitas es mostrar «como construir un Linares calle a calle y persona a persona». «Solo estando cerca podremos defender las propuestas que de verdad mejoren la vida de la ciudadanía y donde cada barrio es Linares», afirman desde las filas socialistas.
Ambos quieren cambiar las tradicionales fronteras electorales, sobre todo ante el avance de Vox en los cuatro puntos cardinales del municipio. En este sentido, conviene recordar que la formación de Santiago Abascal se ha situado cerca del PSOE en barrios como Arrayanes, el más poblado de Linares, y en el centro combate cuerpo a cuerpo con el PP.
Trastocar el mapa del voto requiere de mucho trabajo y esfuerzo. Los ciudadanos exigen que las promesas y compromisos de hoy sea un hecho en el presente y después de las municipales de 2027. Todas las formaciones son conscientes que existen pequeños reductos del territorio que destacan por su contraposición ideológica al voto mayoritario del distrito en el que se ubican, por lo que existe una delgada línea divisoria que puede decantar la balanza hacia un lado o el otro.
