En el año 2005, Linares contaba con una población de 60.807 habitantes. A mediados de la década de 2000, ocupaba el puesto 14 de ciudades andaluzas no capitales de provincia con más vecinos censados. Y alcanzó su pico demográfico más alto del nuevo siglo solo un año después con 61.452 habitantes.
Solo fue un espejismo, a partir de ese momento, el censo de Linares ha ido mermando a una velocidad vertiginosa hasta los 56.525 habitantes del último padrón publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente a 2021. Esto significa que la ciudad ha perdido casi 5.000 residentes en ese tiempo.
Los datos advierten de que el descenso poblacional no llega con el cierre de la factoría automovilística de Santana (2011), como algunos tratan de argumentar, ni siquiera con la crisis del ladrillo (2008), sino que viene de más atrás, tal y como reflejan los registros del INE.
Si bien la despoblación es un fenómeno extendido, en Linares se ha acentuado más que en el resto de municipios medios de Andalucía. Así, en la actualidad, solo supera en población a Utrera (51.145), que, en 2005, tenía 13.000 habitantes menos que la ciudad jiennense.
Al mismo ritmo que Linares perdía residentes en ese periodo, otras poblaciones medias de la comunidad autónoma los ganaban. Hasta tal punto de verse superada por Motril (58.545); La Línea de la Concepción (63.365); Benalmádena (68.056); Torremolinos (70.204); Estepona (71.925) y Mijas (86.744).
¿Por qué se va la gente de Linares?
Los factores que intervienen en la despoblación de un territorio suelen ser complejos y de tipología variada, pero el principal es la falta de oportunidades para trabajar. El hecho de ser la ciudad del país con más paro no ayuda demasiado en su promoción, ni tampoco la inestabilidad política que vive su Ayuntamiento, algo de lo que huyen los inversores.
Otros motivos que afectan al diagnóstico son comunes en la España vaciada, como la baja natalidad, el envejecimiento de la población y el retroceso en infraestructuras, transportes o servicios, por citar solo algunos. Se hace necesario un plan de choque urgente contra la despoblación, como señalan desde distintos frentes, incluidas las administraciones.
